pero al darse cuenta que eran capaces de dejarla fuera, les siguió.
La cabaña no era nada parecida a lo que les dijeron y enseñaron,
pero tuvieron que aceptarlo, aunque con pegas.
- ¿No creéis que es muy raro que solo haya una cabaña y estemos
tan aislados?
- Según decía el folleto, hay más cabañas, pero todas están
alejadas, así es más interesante.
Luego de instalarse, cada uno fue a su habitación; Rose y Emily en
una, Jackson y Dylan en otra, mientras que Lydia y John tuvieron
que compartir.
Mientras todos estaban durmiendo, Lydia no paraba de dar vueltas
en la cama, no podía dormir. Se sentó sin saber qué hacer. Había
tanto silencio que le molestaba, así que decidió despertar a John.
Se levantó y le llamaba y llamaba, pero él seguía “dormido”. Lydia,
al darse cuenta de que ya estaba despierto, empezó a darle con el
dedo índice en la cabeza, haciendo que se moviera ligeramente de
un lado a otro, repitiendo su nombre. John frustrado se levantó y la
obligó a que fuera a la cama a dormir y fue a la suya, pero ella
seguía sin tener sueño, y empezó a hablarle sin parar, hasta que
por fin se durmió.
A la mañana siguiente hacía mucho más frío de lo normal. Cuando
todos estuvieron listos, fueron al lago que estaba detrás de la
cabaña. Permanecieron ahí por mucho tiempo. Emily estaba