Racó literari
HISTORIA DE UNA ASESINA
encantaban las clases de historia, biología y física. Él era muy pesimista.
Decía que en cualquier momento podías cruzarte con la muerte, así que
tenías que ir con prudencia hicieses lo que hicieses. Le gustaban los
colores pobres, así como el beige, el negro y el blanco, y mantenía su
casa impecable, sacaba la basura, ordenaba su habitación una y otra
vez, y cocinaba.
Olivia y Ángel eran polos opuestos, la noche y el día. Y, aun así,
quedaron completamente enamorados el uno del otro. Pasaron los años
y, finalmente, se casaron.
Eran incapaces de ponerse de acuerdo. Siempre que Ángel comentaba
algo, Olivia levantaba la voz para contradecirle. Y él hacía lo mismo con
ella. Era asombroso que, siendo así como eran, se hubiesen puesto de
acuerdo para casarse.
Os preguntaréis cómo podía ser que, siendo tan diferentes, llegasen a
congeniar tan bien. Pues veréis, tenían un método infalible que les
facilitaba la vida. Se organizaban por turnos. Cuando surgía un dilema lo
arreglaban de la manera que sugería Olivia y, si no funcionaba, Ángel se
ponía manos a la obra con su método. Y cuando aparecía otro,
alternaban el orden.
Pero la historia que realmente voy a contaros, empieza ahora.
El día de su boda hicieron un pacto. Decidieron tener tres hijas: a la
primera la llamaron Helena, y la criaron a la manera de él. A la segunda
la llamaron Julia, y ella fue quien determinó el modo de su crianza. Y la