Racó literari
HISTORIA DE UNA ASESINA
querían ir al colegio, estudiar allí y ver a sus amigos. Sus padres les
explicaron una y otra vez que no estaban seguras fuera de casa, que
estaban al alcance de cualquier persona y cualquier objeto que pudier
acabar con ellas. Pero ellas propusieron que la única que se quedase en
casa fuese Anaïs.
Finalmente, entraron en razón (la muerte de alguna de ellas podría
suponer una pesadilla para Olivia y Ángel) y, pasados tres días, dejaron
de salir de casa.
Ángel pensaba que la mejor manera de enseñar a un alumno era
explicando la lección y resumir el contenido, así que en sus asignaturas
(matemáticas, biología, física e historia) era muy importante que
estuvieses atento.
Olivia, en cambio, pensaba que ver películas y cantar canciones era lo
mejor para aprender. Por lo tanto, en sus clases (plástica, escritura,
inglés e informática) lo único necesario era que tuvieses buen gusto en
el arte.
Durante un tiempo iban a estar los cinco solos, sin recibir visitas ni visitar
a nadie. Por lo tanto, tenían que poner en marcha unas cuantas medidas
de seguridad nuevas y muy especiales en casa, para evitar que nadie
entrara y los amenazase.
Esa misma noche, Helena y Julia se encontraron en la biblioteca (sí, en
su casa tenían una biblioteca. Increíble, ¿no?) y hablaron del método de
su madre. Esta les explicó que, si hubiesen actuado a su manera, no
tendrían que haber abandonado a sus amigos y que nadie volvería a