Skapa't Novembre | Page 16

CARTES D'AMOR

4t Enamorat

No me dejes

Quizás en este tiempo no haya sabido demostrarte todo lo que te quiero, pero te aseguro que, si me das otra oportunidad, seré capaz de darte todo aquello que no he podido hasta ahora. No quiero tener que aprender a vivir sin tus besos y tus caricias, sin nuestras miradas de complicidad, no quiero tener que aprender a estar sin ti…

Hemos vivido muchas cosas juntos, ¿de verdad quieres tirarlo todo por la borda? Un día nos prometimos que estaríamos siempre unidos, que nos querríamos todos los días de nuestras vidas, y yo lo decía en serio. No tengo palabras para describir todo lo que me has hecho sentir. A tu lado he podido sentirme viva, absolutamente feliz. Has conseguido que pueda olvidarme de todo si tú me sonríes.

Quiero pasar el resto de mis días junto a ti, no te arrepentirás si decides compartir tu vida conmigo. Yo prometo hacerte feliz, quererte como a nadie, darte todo el cariño del mundo y enamorarme cada mañana un poco más de ti. Y a cambio no te pido nada, sólo que me quieras como prometimos hacerlo aquel día: para siempre.

Marina

Ne me quitte pas

Qué difícil es decir adiós, qué difícil es aceptar un hasta nunca, qué difícil es negar tu existencia puesto que tu rostro aparece hasta en mis temibles y dulces sueños. No me pidas, mi amor, que me separe de tu ser y me despida de nuestros preciosos recuerdos, pese a que duelan tanto que mi pobre y desfibrado corazón se estremezca al recordar. Prometo no acosarte y mirar cómo descansas las noches; reniego de tu amor y tu cariño, pero, por favor, déjame permanecer a tu lado, porque esta débil dama no aguanta ya más este sufrimiento. Si vuelves a mí, con tu sonrisa, prometo no llorar más; juro por lo más preciado que te haré feliz. Sin embargo, querido mío, si desechas la idea de volver junto a mí, no tendré motivo alguno por el que seguir viviendo.

Si me susurraras al oído esas mágicas palabras que jamás nadie entendería si no fuese amado, mi pecado y sufrimiento cesarían para convertirse en estrellas doradas navegantes de un oscuro cielo. Oh querido, amado mío, perdona a esta pobre mujer que no siente el sabor de un rico manjar desde que tú, mi más leal hombre, dijiste que ya no me querías.

Te pediré una vez más, mi adorado príncipe, que conviertas toda esta oscuridad que reina a mi alrededor con tu pura y brillante presencia, con tu tierna aura y tu bondadoso corazón, en luz.

Ámame otra vez. Déjame amarte libremente otra vez.

Cristina