Skapa't Març | Page 13

Novela (continuación)

Capítulo IV

No me quitaba el día de ayer de la cabeza... Bueno, más bien la tarde. No sé qué me impulsó a besarle, pero lo hice, y a pesar de que me arrepentía profundamente, otra parte de mí pensaba que fue lo correcto.

No había vuelto a hablar con él desde que me dejó en el portal. Pensé en llamarlo, pero algo me detuvo. ¿Y si para él no significó nada? No... no podía ser. No podía volver a sentir nada por él, tampoco quería. Era cuestión de principios, bueno, y en cierta parte laborales.

Me preparé un café y me dispuse a ponerme en marcha, pero seguía con el mismo pensamiento en la cabeza. Me hizo un gran favor aquel día, me ayudó a decidirme y me abrió los ojos. Aquel tipo en realidad no me quería, ni yo a él, bueno, sí, pero no en exceso, más bien era afecto lo que sentía.

Necesitaba ese empujón, solo que en su momento no lo sabía, me di cuenta tarde. Ese beso fue mi modo de agradecerle aquel favor que me hizo sin saberlo; jamás supe cómo agradecer algo, jamás llegué a encontrar la manera adecuada, así que lo hacía con hechos.

Opté por dejar de divagar y empezar a recoger toda la casa. Según decía mi madre, mantener la mente ocupada recogiendo era una buena manera de no pensar en aquello que te preocupaba realmente, y además te hacías un buen favor a ti misma. Puse música e inmediatamente empecé a ello. Aun así, miles de dudas acechaban mi mente sin cesar, quizás debía meditarlo todo tranquilamente y llamarlo para aclarar las cosas.

Quería saber qué sintió él, si para él significó lo mismo o no fue nada. Alcancé el teléfono, marqué su número y lo llamé. Un pitido... Dos... Tres... y colgué. Me acobardé al último momento, pero esa llamada perdida estaría guardada en su móvil y podría ser que le diese al botón de rellamar, para saber qué era lo que quería.

Y si lo hacía, ¿qué le iba a decir? Tenía que ser valiente si eso pasaba. Cerré los ojos e inventé miles de excusas por si acaso.

Ocurrió. En sí no hizo falta la excusa, pero los nervios me jugaron una mala pasada.

- ¿Sí?

- ¿Scar?

- ¡Ah, sí! Hola, Kilian, siento haberte llamado, fue por error, pulsé el contacto equivocado... Lo siento si te desperté.

- Nada, ya era hora de que me fuese despertando. ¿Todo bien, pues?

- Sí, tranquilo, gracias.

- Me alegro.

- Scar, ¿puedo hacerte una pregunta?

- Claro, dime.

- ¿Por qué lo hiciste?

- Fue... instintivo.

- ¿Solo eso? ¿No fue nada más?