Abstracts
Berta Boter
Vivimos mejor, ¿comemos mejor?
El trabajo parte de una experiencia personal. Los viajes dan la oportunidad de comprobar las diferencias o semejanzas en la alimentación de los jóvenes de diferentes países. La carencia de elementos nutritivos a los que estamos acostumbrados invita a una reflexión: ¿Comen bien los jóvenes del mundo? ¿Comen bien los jóvenes de Badalona? ¿Comían mejor sus abuelos?
La investigación se inicia con un fundamento teórico encaminado a responder la cuestión de qué es comer bien. Se establece la relación entre nutrición y dieta, y cuál es el equilibrio entre nutrientes y alimentos. La parte práctica se ha elaborado a partir de encuestas en las que se preguntaba cuáles eran los hábitos alimentarios de las personas encuestadas. Con los resultados obtenidos se han construido diferentes tablas de datos mediante las que se ha podido comparar la alimentación en las diferentes muestras utilizadas. Las conclusiones a las que se ha llegado han sido las esperadas: la alimentación se ha ido deteriorando con el paso de los años y el cambio de hábitos de vida, además del fenómeno conocido como globalización ha tenido una gran repercusión en la comida. Por lo tanto, podríamos decir que, aunque vivimos mejor, no comemos mejor; pero esa mala alimentación no se debe a la imposibilidad de encontrar buenos nutrientes, sino a la comodidad e ignorancia de los jóvenes.