MI EXPERIENCIA EN EL CONCURSO DE COCA-COLA
Especial estiu 2014
Aquel 5 de abril me levanté temprano con el fin de preparar lo que necesitaba para el concurso. No sabía bien qué llevar, pero yo iba metiendo cosas en la mochila sin parar, por si acaso...
Fuimos al metro mucho antes de la hora en que nos convocaron, aunque no sirvió de mucho, porque estando dentro de la Universidad, me perdí y no encontraba el aula. Por suerte, una de las profesoras que estaba fuera me indicó que entrara, ya que era la única que faltaba.
Me senté junto a mis compañeras y charlamos un poco, antes de que una señora se presentase y nos indicara las reglas y pautas del concurso. Nos repartieron un diario en el que la noticia de la portada era que las deficiones de todos los diccionarios del planeta se habían trastocado; guerra significaba paz, blanco significaba negro, morir significaba nacer y así...a partir de ahí teníamos que inventar un relato. Difícil, ¿no?
Una vez hubo terminado de hablar, me recogí el pelo y me preparé para empezar a escribir.
Al principio decidí tomármelo con calma, pensar y reflexionar bien, dejar que fluyeran por mi mente las ideas, pero a medida que transcurría el tiempo me ponía más nerviosa. No sabía cómo plantear mi historia y me distraía con facilidad. Los nervios juegan malas pasadas. Finalmente me vino la inspiración y comencé a escribir y a escribir. De vez en cuando, consultaba algo con mis compañeras, pero poco después volvía a escribir. Fui de las últimas en terminar y cuando le puse el punto y final a mi historia, me sentí aliviada y feliz.
Más tarde, nos dieron pequeños obsequios a los participantes. Regresé a casa con una camiseta, una lata de coca-cola y una bonita experiencia que nunca olvidaré.
María José Espinoza 2º A