Skapa't Juny | Page 9

Muchacha asomada a la ventana María estaba cansada de esa habitación, de esas cuatro paredes que acorralaban sus pensamientos, su mente y su cuerpo. Ya llevaba dos meses ahí dentro sin recibir más visita que la de su hermano Dalí. El caso es que María sufría una enfermedad degenerativa conocida como Alzheimer. Cada día que pasaba su memoria iba a menos, a duras penas recordaba qué había comido horas antes o cómo había llegado hasta ahí. Para Dalí este hecho fue un gran golpe, suponía perder, poco a poco, su mayor tesoro: su única familia. Sus padres murieron cuando eran pequeños y fue él quien cuidó a su hermana, protegiéndola de sus miedos y dándole el cariño que ellos no le pudieron dar. María no quería que su hermano la viera así, temía no volver a acordarse de él, no recordar todos aquellos momentos de su infancia en la playa, juntos, donde se prometieron estar el uno para el otro para siempre. Dalí era pintor, no muy conocido entonces, que se dedicaba a pintar cuadros abstractos, cuadros con un significado que no todos podemos ver. Quiso regalar a su hermana su mayor obra, un retrato de esta en el que expresar sus sentimientos. Decidió pintar a María en su antigua habitación de cuando aún era niña, asomada a la ventana, observando el mar, los barcos pasar, queriendo que recordase la promesa que se hicieron hace tan solo dos meses, cuando todo empezó: desaparecer, comprar un barco y empezar una nueva vida. Utilizó el color azul para reforzar el recuerdo, para que se acordase de esa promesa que se hicieron de niños para siempre. Nuestro querido Dalí estuvo días sin visitar a su hermana, perfeccionando el cuadro. Cuando consideró que transmitía la dulzura, el recuerdo de niñez y la esperanza que él quería expresar se lo entregó. En el cuadro salía ella, vestida con la bata que llevaba ese mismo día, en la habitación en la que se encontraba pero con una gran ventana que en vez de dar a la fábrica que ella podía ver desde su ventana, daba al mar. La enfermedad de María cada día iba a peor y Dalí decidió cumplir su promesa de escapar de esa habitación. Compró un barco y junto con su hermana navegó durante d