durante CADA DÍA DE MI VIDA. Lo lamento, pero no me siento afortunada de tener
un techo y comida cada día a cambio de perder el derecho humano de ser
respetada.
El hecho de tener que escribir esto mientras se me caen las lágrimas de la
impotencia que me genera el no poder escapar de esta cárcel abierta porque estoy
segura de que acabaría volviendo, por miedo, es más difícil de lo que cualquiera
podría pensar. De hecho, no puedo saber a ciencia cierta si mañana me voy a
despertar. Cuando se entere de que llevo escribiendo cartas durante meses, a lo
mejor le entra la pájara de los viernes y decide acuchillarme o darme de sartenazos
hasta que sea él quien se tenga que hacer la tortilla de patatas con dos huevos y
quesito Boffard con lonchitas de jamón por encima. Pero bueno, miedo ya tengo
poco. De hecho, me siento feliz de ser una superviviente. ¡A veces pienso que
incluso estoy grabando una serie y todo! Quizás me veréis en un par de meses en
Netflix.
El caso es que hoy al levantarnos se ha marcado otro numerito. La alarma no le ha
despertado y bueno, en vez de tostadas, he desayunado un delicioso despertador.
¡Estaba tan rico que me ha dejado marca en la frente y todo! Después de los
cuarenta y cinco minutos de chillidos y acusaciones, como cada día coge el
grandísimo cabrón y me dice que me quiere, dándome dos besos.
Ojalá llegue el día en que pueda reunir fuerzas para siquiera ver a mi madre (que
tampoco lo tengo permitido). Solo cuando tenemos comida familiar. Sin olvidar de la
previa charla de los temas de que NO puedo hablar) y tan solo enseñarle todas
estas cartas. Sin decir una palabra. Sin decir lo jodida que estoy. Sin decir lo jodida
que me tienes. Como lo que soy, un “Anónimo” en la historia. Una mujer.
[Para la mayor parte de la historia, “Anónimo” era una mujer (Virginia Woolf)]
Primer premi de 2n de Batxillerat en llengua catalana
MARIA, MARTINA, SARA escrit per la Sara Casanovas Gàlvez