Dioses del Olimpo
ZEUS
Hoy os contaré una historia tan extraña que parecerá mentira.
Todo empezó en el Olimpo. El ambiente estaba tranquilo, como de costumbre. Ese día
Zeus estaba mirando el mundo de los mortales porque había una guerra y a Zeus le
entretenían mucho las guerras. Pero aquel día algo le llamó la atención.
Tras terminar la batalla, Zeus se fijó en un soldado que
acababa de perder un brazo y, antes de desangrarse, fue a
un pueblecito cercano para ver si alguien lo podía ayudar.
El soldado caminó hasta llegar a una casa que estaba medio
destruida donde vivía una madre viuda con su hijo. La
madre intentó ayudar al soldado, pero fue inútil, el soldado
se desangró pocos minutos después de haber entrado. El
pobre niño traumatizado se quedó mirando el cadáver
mientras sus lágrimas caían encima del charco de sangre que había dejado el soldado.
Esa historia conmovió a Zeus. Él nunca se había fijado en las familias que estaban
sufriendo por la guerra, él solo miraba la acción de las batallas. Así que, conmovido, fue
a visitar a Cronos para pedirle que retrocediera en el tiempo para evitar la guerra. Cronos
se negó ya que según él la gente que había muerto en la guerra debía morir porque era
su destino.
Zeus, muy enfadado por la respuesta de Cronos, volvió a mirar la casa donde se
encontraba la madre y su hijo. Pero al mirar se llevó una desagradable sorpresa: la casa
se había derrumbado matando a la madre y al hijo. Entonces, Zeus tuvo una idea: cogió
el alma del niño y la trajo ante Cronos. Este, extrañado, escuchó su historia
conmovedora y por ello decidió retroceder el tiempo para así evitar la guerra.
Tras la acción de Cronos, Zeus volvió a mirar a la casa del niño. Todos eran felices y el
niño jugaba con sus amigos sin saber que había sido él quien había traído la paz.
Xavier Serrano