Skapa't 20 | Page 7

Racó literari Una prueba anormal no lo comprendo. No parece ningún idioma, así que razono de manera matemática. El número de las letras que hay son pares y cada dos, son de colores distintos. Después de un buen rato pensando, recuerdo que hace unos meses, en cuarto curso, estábamos estudiando algunos elementos de la tabla periódica, pero yo me los aprendí al completo, con sus números correspondientes. De repente todo cobra sentido. Fe: Hierro (26), Rg: Roentgenio (111), Na: Sodio (11), Po: Polonio (84), At: Estrato (85), Ra: Radio (88), Ag: Plata (47), Ni: Níquel (28). Escribo por orden los números en la pantalla y, aunque pensaba que no sucedería, la caja se abre. De ella surge el holograma de una mujer joven, de unos 25 años, de aspecto serio. De pronto, se oye una voz tenue pero intensa: - Hola Jessica, te comunicamos que has concluido la prueba. Coge la llave del fondo de la caja y dirígete hacia la puerta para encontrarte con nosotros. ¿Qué me encontraré con quién? Ahora sí que no sé lo que está pasando. Hago lo que me dice, abro la puerta y recorro un pasillo largo y del estilo de la primera sala en la que he estado, solo que mucho más nuevo. Al final de él, solo veo luz, y eso me hace pensar en el tiempo que he estado allí metida. Al adaptarme a la claridad de la sala, veo a un grupo de mujeres con batas blancas que no me dan demasiadas explicaciones. Tal vez sea porque creen que soy diferente o especial y no saben qué decirme al respecto; tal vez me han elegido al azar, sin razón alguna y tan solo es una prueba cotidiana que pasa todo el mundo. Sea así o no, no me olvidaré de ello por el momento y seguiré con mi vida, como si no hubiera pasado nada. Aunque no sé si por mucho tiempo ya que las señoras de bata blanca no paran de mirarme y cuchichear muy nerviosas y alteradas. La verdad es que no me importa, la prueba ha concluido y ya he salido de allí dentro. A pesar de que estoy asustada por lo que me pueda pasar, lo afrontaré con mis amigos que seguirán apoyándome pase lo que pase. Estel Marban y Sofía Fangano