El horror se recrudece en Nigeria
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Son todavía recientes (Navidad) los ataques
violentos con más de 40 muertos, llevados
a cabo por la facción islamista fundamenta-
lista “Boko Haram” contra los cristianos en
el Norte de Nigeria. Pero lo tremendo es
que el drama sigue en proporciones cada
vez más graves. A pesar de las medidas
del Gobierno, como los estados de emer-
ge gencia en algunos lugares y la movilización
de fuerzas especiales, la violencia de
este grupo fanático, a todas luces bien pertrechado, sigue causando estragos, y todo apunta a que la situación vaya empeorando aún más. Desde Navidad, se han venido cometiendo numerosos atentados, los últimos con muchos muertos como en Kano, que ascendieron a 215.
Los cristianos, por su parte, como lo temía el arzobispo de Abuya, John Olorufemi Onayekan, no se resignan a sufrir la violencia de los fanáticos de “Boko Haram” con los brazos cruzados, y están respondiendo enfrentándose a los ataques de estos musulmanes exaltados, lo cual es una tragedia como lo indicaba en declaraciones a Radio Vaticana el arzobispo Olorufemi.
Mientras tanto, las acciones terroristas de “Boko Haram” y las represalias de los grupos cristianos han provocado el desplazamiento de centenares de personas en el país, dividido entre el sur, cristiano, y el norte, de fe musulmana. Es justo lo que pretenden los musulmanes de “Boko Haram”, quienes tratan de implantar la ley islámica o sharia en el Norte de Nigeria y dividir el país en dos, pues no cesan de instar a los cristianos y animistas a que abandonen la mitad norte del país, de mayoría musulmana y se vayan al sur, donde se encuentran las poblaciones con mayoría cristiana.
Los medios de comunicación han informado de los últimos ataques, dirigidos incluso al Gobierno. Dos días después de los perpetrados en Kano, se están dando nuevos ataques en el estado de Bauchi (norte del país). Los milicianos de “Boko Haram” han atacado una estación de ferrocarril en la localidad de Jahun, una comisaría de Tafawa Balewa y un puesto militar en Katagun, haciendo realidad las amenazas de expandir “sus fronteras hacia otros lugares para demostrar que la declaración del estado de emergencia realizada por el Gobierno nigeriano (31 de diciembre pasado) no les disuade” jactándose altaneramente y en tono desafiante de que “realmente podemos ir a donde queramos”.
Son todavía recientes (Navidad) los ataques violentos con más de 40 muertos, llevados a cabo por la facción islamista fundamentalista “Boko Haram” contra los cristianos en el Norte de Nigeria. Pero lo tremendo es que el drama sigue en proporciones cada vez más graves. A pesar de las medidas del Gobierno, como los estados de emergencia en algunos lugares y la movilización de fuerzas especiales, la