Sistematización de experiencia de economía social y solidaria Sistematizacion de experiencias campaña global Col | Page 18

Educación en economía social y solidaria María Edilma Gómez En la era de la cooperación, la vida recupera su sentido. Es muy probable que todas y todos compar- tamos la preocupación sobre cómo la educa- ción debe recuperar su sentido de ser pilar en la construcción de sociedades democráti- cas, incluyentes y en paz, de modo que genere aprendizajes significativos para toda la vida, valiosos y útiles en el fortalecimiento de las diversas ciudadanías. Los modelos educativos en el campo de la economía social solidaria — cooperativismos que se vienen implementan- do desde la creación de la primera cooperativa en Inglaterra (1844)— tienen como propósito desarrollar las capacidades en el ser humano que le permitan ayudar al otro, cooperar y fra- ternizar con una visión humanista de construir alternativas de desarrollo sostenible; alterna- tivas que, con enfoque territorial y ambiental, desde la economía social y solidaria, sean la respuesta a la crisis civilizatoria por la que atraviesa la familia humana. El debate y la reflexión de organizaciones académicas, colectivos docentes, asociaciones estudiantiles y organizaciones comunitarias y cívicas como actores y coautores principales implicados en cualquier política de mejora de la educación han permitido el reconocimiento de la educación como derecho humano funda- mental y garantía de sociedades justas, equi- tativas e incluyentes, en paz y ambientalmente viables. Esto constituye una de las más her- mosas esperanzas de los pueblos del mundo. Cada vez que un niño, una niña, un adolescen- te o un adulto se incorpora a la educación, tra- bajamos por otros mundos posibles. Desde la Organización de las Naciones Uni- das para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) se reconoce cómo, a pesar de los avances sin precedentes que ha tenido la edu- cación para todas y todos desde el 2000 en el planeta, también es necesario ser conscien- tes de que las agendas para la educación, así como los objetivos de desarrollo sostenible, se encuentran inacabados y, además, requie- ren de una mayor profundidad, de acuerdo con las cambiantes condiciones de nuestra civili- zación (Unesco, 2015, p. 10). A fin de abordar con objetividad las posibi- lidades y las potencialidades de la educación de un mejor futuro para todas y todos, en es- pecial, para quienes nos situamos desde vi- siones alternativas como la economía social solidaria Socióloga e investigadora, Universidad Cooperativa de Colombia 19