Con el tiempo, me di cuenta de que mi cabello comenzaba a tener su color natural otra vez. También descubrí que no era tan frágil como solía ser. Todo esto vino un mes después de que abandoné la medicación; tres meses después, mi cabello estaba cerca del color original que había tenido durante un tiempo. Encontré que cambiando mis rutinas alimentarias y ajustando la forma en que cuidaba de mi cabello, era más fácil mantenerme saludable y mantener mi pelo tan vibrante como tenía que ser. Nunca imaginé que sería tan sencillo reparar mis problemas capilares.
Pienso que tenía razón-‐ quizás aquellos medicamentos son solo cosas para que los médicos y las compañías ganen dinero. Espero no estar en lo cierto con cada una de las drogas que andan por ahí”.
Patty F., Billings
Estas historias prueban que la pérdida de cabello puede ser un asunto de cualquiera. Solo porque estás perdiendo tu pelo no significa que es el fin del mundo. Veamos cómo puedes evitar que la caída del cabello se convierta en un gran problema, mientras aprendes cómo la pérdida de cabello ocurre en primer lugar.
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