casos encontré que funcionaba bien darme un look a la vez fascinante y atractivo.
Como sea, comencé a notar cuando pasé los 40 años que mi cabello no estaba tan vibrante como solía ser. Los tonos marrones en mi pelo estaban desapareciendo y comencé a desarrollar un poco de cabello gris.
Además, no tenía la misma cantidad de pelo que solía tener; incluso, mi cabello no estaba creciendo al largo en que solía.
Para empeorar las cosas, el cabello estaba comenzando a adelgazar cada vez más. Se quebraba con mucha más facilidad. Entonces me di cuenta de que necesitaba sanarme y mantener mi pelo intacto por tanto tiempo como fuera posible. La principal preocupación es que era difícil para mí sentirme bien. El problema que tenía era aparentemente que tenía demasiado DHT en mi sistema.
Me hice un análisis de sangre para determinar cuánto DHT tenía y resultó que tenía más de lo que debía. Realmente tenía un problema con mi DHT y no estaba segura de cómo lo había obtenido en todo ese tiempo. De alguna manera supe que necesitaba ayuda para conseguir que mi cabello luciera lo mejor posible. Nunca hubiera imaginado que podría sufrir serios problemas en relación al DHT. Fue entonces cuando mi doctor habló conmigo sobre la medicación que podía usar.
Comencé a tomar esta medicación de píldoras llamada Propecia. No obstante, parecía que la medicación no estaba haciendo mucho por mí. Solo me hizo gastar dinero y sentirme cansada ocasionalmente. Creo que no debería haberme sorprendido que la medicación no funcionara. Después de todo, parece que muchos de esos médicos van por allí prescribiendo medicamentos a la gente para hacer más dinero de quienes necesitan que los ayuden de alguna forma.
Fue entonces cuando me di cuenta de que era hora de revisar opciones alternativas para cuidar mi cabello. Mi médico intentó engatusarme para que mantuviera la medicación que había estado usando, pero la rechacé; sentí que no iba a llevarme a ningún lado. Para comenzar, dejé de usar la planchita en el cabello; me imaginé que sería buena idea evitar el estrés que ponía en mi pelo.
Además, tuve que lavar algunos de los sombreros de mi casa. Disfrutaba usar sombreros, pero me di cuenta de que estaban comenzando a tener manchas del sudor y otras cuestiones. Aprendí que si mis sombreros estaban demasiado sucios, entonces sería más sencillo para mi cabello debilitarse y desprenderse.
También hice algunos cambios en mi dieta para mantenerme tan saludable como fuera posible. Ajusté mi régimen con algunos alimentos ricos en vitamina D, calcio y ácido fólico, porque encontré que eran elementos que podrían mejorar mi salud fácilmente. Supe que debía implementar cambios reales para mejorar mi cuerpo y entonces no me tomaría mucho tiempo sanar mi cabello. Tan pronto como comencé a introducir más elementos en mi organismo para contrarrestar los efectos del DHT y restaurar mi pelo, encontré que era muy sencillo resaltar mi cabello y hacerlo lucir lo más fuerte posible.
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