Me aseguraron también que “Barbarroja”, el muy ladino, desde su desembarco en la isla del tesoro, está como loco por dar el gran asalto al Palacio de la escena política local del Reino de Antigua…y aunque se ha rodeado de una soldadesca hambrienta, escasa y desorientada, tiene mucho miedo… antes quiere y a la vez necesita granjearse los suficientes apoyos para no hacer el más absoluto de los ridículos el día del intento de asedio para el derrocamiento de la reina. El problema es que su fórmula y su discurso, por lo que veo, zafio e insolente, durará lo que duran en un vaso de cristal dos cubitos de hielo en un "whisky on the rocks"…
Afortunadamente y viendo lo visto, tengo la certeza de que el Reino de Antigua se le quedará como muy grande desgraciadamente para él, pues aunque efectivamente existe un fabuloso botín por dilapidar, también al mismo tiempo mucha ciudadanía lo suficientemente inteligente y preparada para defender nuestro reino y mucho menos tragarse el chabacano discurso del primer charlatán chiflado de turno que desembarca en nuestra isla, y menos aún el del “Corsario Barbarroja”, que parece ser que lo tiene… y mucho.