Sinergy Magazine Febrero 2014 | Page 10

OTRA RECIENTE HISTORIA EN EL REINO DE ANTIGUA. ¿SERÁN HABLADURÍAS O REALIDAD?

Me contaron unos marineros hace unos días en la taberna del puerto, la existencia de un personaje de vodevil oriundo de tierras lejanas que vive a día de hoy en el Reino de Antigua, al que todos llaman… “Barbarroja”, el corsario, y aunque hoy por hoy no forma parte de la casta parasitaria más casposa de este reino, ocultamente trama día tras día un complot para serlo, aunque el susodicho reniega públicamente una y otra vez de ello…

Mientras bebíamos unas cervezas, me contaban acalorados la increíble historia del “Corsario Barbarroja”, la de un marinero sin destino que un buen día arribó a nuestras costas y viendo la riqueza de estas tierras decidió quedarse… los que mejor le conocen le describen por sus formas como el típico personaje de taberna de puerto, muy provocador, fanfarrón y malintencionado, con un aspecto recio y montaraz, que unió a su escasa formación académica, el desconocimiento básico de nuestra lengua. Cobardemente acompañado de una inquietante mujer, se subió un amanecer a su destartalado navío escapando así de la debacle de su país de origen y en la búsqueda desesperada de un reino al que saquear… hasta que un día llegó y fiel a su grotesca estampa, nunca dejó de pavonearse impúdicamente y con el más absoluto descaro por las calles del destartalado pueblo de nuestra costa a la que un buen día arribó… Hoy por hoy incluso, y en la búsqueda de intereses seguramente mezquinos, comentan que le ven a diario por las tranquilas calles arengando a los vecinos, dicen que con un discurso fácil, sin contenido, grandilocuente y a todas luces populista con el único objetivo de liderar una gran rebelión en el reino.

Según finaliza nuestra tertulia, después de un buen rato de animada charla, llego a la conclusión de que el efímero éxito de este zafio “Barbarroja” seguramente radica en dos aspectos fundamentales. Por un lado dirá lo que la gente quiere oír y eso casi nunca le fallará… pues no olvidemos que a muchos ciudadanos les gusta que un salvador quiera poner orden en la desordenada casa, y esto él lo sabe… También concluyo que resultará especialmente lamentable el verle según me explican, desplazarse servil a menudo (con su harapienta bandera de corso incluida), a todas las audiencias y demás actos del palacio de los tiranos de turno, en una especie de constante "reality-show"... o haciendo uso otras veces de una trasnochada propaganda callejera de altavoz en mano, tan barriobajera estridente e insistente ella, que los espectadores acaban muertos de risa viendo a este personaje como a un vulgar clown.

¿Se hará el corsario Barbarroja con el botín de Antigua?

Me quedo observándolos mientras ellos siguen apurando sus cervezas y pienso que la historia mas de una vez nos recuerda que en tiempos de crisis suelen emerger desde tierras lejanas botarates de este calibre, que aprovechando la indignación popular, sacan tajada y ofrecen sólo humo a la exaltada peña... pero en este caso, por lo que veo, por encima tiene en común con sus predecesores en la historia, su deseo obsesivo de ser azote y pesadilla para el ya de por si frágil Reino de Antigua y buena parte de la isla del tesoro, Fuerteventura… ¿Pero se hará finalmente el corsario "Barbarroja" con el botín de Antigua entonces..? les pregunté…

Me explicaron entonces que el problema de “Barbarroja”, es que no aparece en escena limpio de polvo y paja, que este individuo de oscuro pasado tuvo la oportunidad de ayudar a sus compatriotas, ahora mismo por desgracia sumidos en su propio país de origen en pleno estallido social y sin embargo no puso en práctica absolutamente nada de lo que el ahora proclama como solución para este reino… incluso me llegaron a afirmar, que es poseedor de un perfil tan bajo y a la vez tiene la cercanía de la que carecen los políticos profesionales del palacio, pero es de los que a los que a la hora de la verdad y puestos a confiarle un proyecto de futuro, ellos mismos tienen cientos de dudas razonables como para no hacerlo y que llegados a este punto les parece indecente que “Barbarroja” les venda ahora el acalorado discurso de la limpieza, la honradez, la regeneración política y demás utopías tan necesarias para nuestro reino… piensan en cambio, que debería ayudar a aplicarlas urgentemente en su propio reino, que por cierto, comentan inquietos, hoy mismo vive inmerso en una de sus horas más aciagas…