SINAPSIS –Abril 2016
para que exista una verdadera
comunicación, emisor y receptor
deben utilizar el mismo código y ser
comprensible para ambos.
Comunicación y sociedad
deberían
ser
dos
términos
inseparables. Tanto los procesos de
socialización,
aculturización,
relaciones administrativas, sociales,
etc., para que sean óptimos, la
comunicación será su mejor arma.
Lo expuesto hasta ahora,
pretende justificar que sinónimos
como mensaje, comunicado, oficio,
nota, escrito, circular, aviso, saluda,
notificación, etc., no dan respuesta
al análisis realizado sobre el
término. Esto es, un comunicado de
hacienda que recibimos en nuestro
buzón dándonos cita para un
requerimiento y explicándonos las
causas con un lenguaje legal y
administrativo, en la mayoría de los
casos, no cumple la función y la
forma de la comunicación. ¡NO
ENTENDEMOS NADA!
necesidad de finalizar el proceso
comunicativo: la posibilidad de
respuesta del receptor.
Para qué tanta información,
tanto conocimiento, tantas redes
sociales si la incomunicación social
es cada vez mayor. Leyes
educativas
(LOE-LOMCE)
pretenden dar respuesta a las
demandas
europeas
(OCDE,
proyecto Deseco, etc) con el
propósito de formar alumn@s
competentes,
destacando
la
competencia
lingüística
y
comunicativa y la social; pero todo
se queda en un articulado de
obligado cumplimiento que muchos
docentes no entienden (otro caso de
falta de comunicación) y, por tanto,
de crítica y menosprecio.
Es evidente que carezco de
la fórmula secreta, pero mi interés
radica en ser comprendido y que
se participe de mi mensaje.
Vivimos
en
un mundo
hiperinformado,
globalizado
e
interconectado. El conocimiento, las
noticias y demás saberes están a un
golpe de click pero, a su vez, las
relaciones sociales son cada vez
más
problemáticas
y
menos
personales. Nos conformamos con
publicar en
Twitter, facebook e instagram, sin
saber si los receptores serán
capaces de decodificar el mensaje
y, por supuesto, sin tener la
Comunicación y libre pensamiento