Sin Escala (Mayo 2014) | Page 29

No seré versada en teología pero me pareció una extraña lectura del amor de Dios, porque una cosa es pedir ingerencia divina para llegar con bien tras despegar un avión, y otra distinta agradecerla por colearse. La doña seguía jactándose a voz en cuello el ser la favorita del Señor, hasta ser interrumpida por un anuncio del personal de tierra de Laser: “señores pasajeros: el vuelo de la 1.30 a Margarita saldrá a las 3”. Sin Escala // N o 1 // Mayo 2014 Habría que armarse de paciencia, podía ser un día largo: el día anterior una vecina del edificio me comentó que su vuelo de regreso de Margarita el día anterior, tuvo una demora de trece horas. A la doña le sonó el teléfono y comenzó a contarle a su interlocutor de cómo Diosito la amaba tanto que la había librado de hacer cola para chequearse. Del retraso del avión no habló. Por mi parte, evitando otro cuento místico-religioso, cerré mi libro, dejé a la favorita del Señor regodeándoselas por teléfono, anhelando que esta cristiana pudiera conseguir en el Terminal Nacional un Gin Tonic decente un mediodía de Navidad. 29 // CRÓNICA //