SEÑOR DE LOS MILAGROS | Page 4

Días después de tan memorable ceremonia se nombra como primer mayordomo de la entonces Ermita del Santo Cristo de los Milagros a don Alemán. Sebastián de Antuñano Artículo principal: Sebastián de Antuñano Nació en Vizcaya en 1653, fue el máximo benefactor, por un voto hecho en España, llegado a Lima se dirigió en 1684 a la ermita del Señor de los Milagros, y mientras contemplaba la sagrada efigie se cuenta que repentinamente sintió que el Señor le iluminaba su frente y una voz interior que le susurraba con claridad: «Sebastián, ven a hacerme compañía y a cuidar del esplendor de mi culto». Puesto de rodillas le ofreció servicio incondicional hasta el final de sus días. Después del pavoroso terremoto de 1687, Antuñano tuvo la idea de sacar en procesión una copia fiel del Cristo de los Milagros. Siete años más tarde, Antuñano sintió cercano el fin de sus días, y habiendo hecho testamento el 17 de diciembre de 1716, con todos los auxilios de la Iglesia, falleció en la noche del 20 al 21 de diciembre del mismo año. Tenía sesenta y cuatro años de edad y estuvo al servicio del Cristo de los Milagros por treinta y tres años. Sus restos reposan en el Templo de Las Nazarenas. El terremoto y la primera procesión Procesión del Señor de los Milagros El 20 de octubre de 1687, a las 4:45 a. m., un violento terremoto que según cronistas de la época duró más de 15 minutos (sic) arrasó Lima junto al Callao, teniendo una réplica a las 6:30 a. m., derribando la ermita edificada en honor al Cristo. Ante la sorpresa general la pared de la imagen del crucificado quedó nuevamente en pie, por lo que se ordenó la confección de una copia al óleo y que por primera vez saliera en andas por las calles de Pachacamilla por idea de Sebastián de Antuñano. Una vez elaborada la copia, se sacó en procesión. Primera Procesion del Señor de los Milagros La Procesión del Señor de los Milagros