Para Olivera (2016) la sexualidad en PcDV atraviesa un proceso de estigmatización que según Goffman (1995), se trata de una “ideología” para inferiorizar al otro, dando a entender a la sociedad que el estigmatizado representa una amenaza o peligro con respecto a la “normalidad”. Resquebrajar las barreras estructurales y sociales que se imponen a las PcDV parte de generar una empatía a la sexualidad del otro.
La empatía parte de comprender la existencia de interés en temas de sexualidad y erotismo por parte de las PcDV al igual que existe el interés en el lector. Implica comprender al erotismo como la experimentación de las sensaciones corporales, el deseo, satisfacción sexual y poseen el derecho de vivir su sexualidad libremente.
Una investigación llevada a cabo por la Sociedad Mexicana de Neurología y Psiquiatría determinó que el 78% de hombres y mujeres con algún tipo de discapacidad nunca ha experimentado un orgasmo y la búsqueda más activa de la diversidad de experiencias sexuales esta vinculada al género masculino y a un nivel alto de escolaridad.
En la búsqueda por romper las barreras que se imponen a las PcDV y permitir una experiencia de sexualidad plena se han elaborado diversas propuestas en el mundo. En EE.UU. se creo una plataforma de radionovelas eróticas cuyo éxito no fue rotundo. El Royal National Institute for Blind People y iTunes han incorporado a su oferta: audiolibros eróticos. La revista Play Boy en varias ediciones ha presentado el formato Braille sin imágenes. Lisa J Murphy hizo uso de las imágenes en relieve de desnudos y textos Braille en su libro Tactile Mind.
Los cerebros de las personas que nacen ciegas realizan nuevas conexiones en ausencia de información visual, llevando a la mejora de habilidades para compensar la deficiencia visual como un mayor sentido de la audición, olfato y tacto, así como funciones cognitivas –como la memoria y el lenguaje–. Así lo muestra un estudio dirigido por investigadores del Instituto de Investigación Oftalmológica Schepens de la Universidad de Harvard en Boston (EE.UU.)
Al potenciar los otros sentidos, el erotismo se ve intensificado a partir de otras experiencias sensoriales lo que implica la posibilidad de potenciar una vida intima erótica.