Los tres caminamos por el puente colgante hasta llegar a la puerta de entrada al túnel.
Apoyamos los hombros sobre la puerta de madera y a la cuenta de tres empujamos, y nada. Probamos dos veces más y abrió. No se veía nada ahí dentro, prendimos los celulares, la señora se adelantó apuntando hacia el piso, yo quede en el medio apuntando al frente, y atrás venia la chica que no sé donde apuntaba. Hacemos unos metros así, por entre las vías de ese ex túnel ferroviario, por suerte no cruzamos ratas; pero al rato escucho que la señora grita: “cuidado con eso!”. Automáticamente nos agolpamos y apuntamos al suelo con la luz, eran ojotas de mujer, las esquivamos y seguimos hasta la segunda puerta; entramos y esta vez esquivamos ojotas de chicos. Totalmente conmocionados dudamos en seguir, la señora me mira asustadísima y la chica también. Seguimos igual, ya estábamos dentro, pensamos.
La tercer puerta estaba semi abierta así que sólo acompañamos los pasos de la señora, sin pensar demasiado, hasta que su grito retumbó como en una pesadilla, “Cuerpos!” gritó nuevamente. Cómo?, dijimos; y al apuntar todos juntos vimos los cadáveres (de chicos y jóvenes)por todo el corredor ferroviario. Por mi parte decido volver, no soportaba imaginar qué había ocurrido allí. Ellas, luego del shock me siguen, le pregunto a la chica si ella cerró la puerta al entrar, me dice que sí, que no sabe por qué lo hizo. Ahora sí que estoy cagado las patas, disimulo y empujo la puerta para volver, esta pesada, insisto sin pedir ayuda; esta vez se abre. Dónde estamos? Dijimos los tres, al unisonó. Era un lugar lleno de cañas, pantanoso, con ojotas desparramadas por todos lados. Miramos automáticamente atrás, buscando la puerta más próxima, pero nada; sólo cañas… Continuará?
Rasputín