Serie "Cuerpo, Alma y Ruaj" Serie Cuerpo, Alma y Ruaj | Page 6

en cierta medida, lo que vemos que sucede con los no creyentes, que tienen el ruaj muerto (inactivo y desco- nectado del Creador, una situación que deviene del pe- cado). Pero los creyentes reciben la semilla del ruaj de Yahshua ha Mashiaj cuando nacen de lo alto, de mane- ra que recuperan ese órgano que los capacita para vol- ver a cargar con la Imagen y Semejanza del Creador. Toda una responsabilidad que muchos pisotean en igno- rancia. de Elohim; y "el hombre se convirtió en un alma vivien- te" se refiere al alma del hombre cuando el cuerpo fue avivado por esta chispa de vida y convertido en un hombre vivo y consciente de sí mismo. Pero además te- nemos el detalle de que Yahweh SOPLA EN SU NARIZ, algo que no hace con el resto de los animales, y éste es el acto en el que entrega de Su propio Ruaj para for- mar el ruaj humano y así HACERLO A SU IMAGEN Y SE- MEJANZA. Entonces, el ruaj es la vida espiritual y el alma es la vida del cuerpo, pero están interligados (o deberían, en la situación ideal fuera de la caída). El alma es la parte PROPIA DE CADA HUMANO, aquella que contiene sus ca- racterísticas anímicas individuales y que lo diferencian del resto de los hombres. Adam, "antes de la caída, no sabía nada de estas ince- santes luchas del ruaj y la carne que son ya algo coti- diano para nosotros. Había una perfecta interacción de sus tres naturalezas en él, y el alma, como medio unifi- cador, era su individualidad, su existencia como ser distinto de otros, su personalidad. Por eso el alma que- da en el medio, entre el cuerpo y el ruaj, y actúa como intermediaria, transmitiendo la información obtenido a través de los sentidos y emociones del cuerpo al ruaj, y recibiendo las órdenes y comandos de éste para gober- nar al cuerpo. Esto, repetimos, en un estado ideal. Ahora vamos a hacer una distinción más de esas que tanto abundan en las Escrituras, y es entre vida y Vida, las distinguimos cuando leemos en que una la escribi- mos con mayúscula para indicar que se trata de una vi- da superior: la Vida del ruaj, mientras que la otra es la vida con minúscula, la vida del alma (que es la del cuerpo). Sin embargo, los dos principios o chispas tie- nen el mismo nombre, aunque funcionan en ámbitos diferentes: el ámbito espiritual y el físico. Tampoco debemos confundir el ruaj del hombre con el Ruaj haKodesh de Elohim. El Ruaj de Yahweh es Su ruaj así como nuestro ruaj es el de cada uno, y sin embargo, al haber recibido el ruaj de Mashía, QUE ERA UNO CON EL PADRE, HOY PODEMOS SER UNO CON AMBOS. Roma- niyim/Romanos 8:16 explica su diferencia al afirmar que "el Ruaj mismo da juntamente testimonio a nues- tro ruaj, de que somos hijos de Elohim". Aquí vemos que la conexión con el Ruaj de Yahweh es no sólo lo que da Vida (con mayúscula) a nuestro ruaj, sino lo que nos hace uno con Él, cuando fluimos correctamente. Después de la caída, el ruaj humano de Adam y Javá MURIÓ, y sólo pudieron transmitir un órgano muerto a sus descendientes. Cuando hablamos de muerte rela- cionada a algo que es completamente espiritual, les recuerdo una vez más que dejen de pensar en cajones y velorios: MUERTE ES SEPARACIÓN DEL ELOHIM DE LA VIDA, no se trata de que el ruaj dejó de existir, sino de que nuestro ruaj humano, aunque existe permanente- mente, está vacío de "vida eterna" porque fue separado de la Fuente de Vida. Este ruaj "muerto" ha perdido la capacidad de entrar en contacto con Yahweh, PORQUE LA MUERTE NO PUEDE ACERCARSE A LA VIDA. Recuér- denlo, porque después comprenderán por qué tantas cosas que hacen algunos para "agradar" a Elohim no pa- san de tentativas humanas que no pueden ser acepta- das porque no provienen del ruaj sino del alma (son muy fáciles de confundir al principio, porque como an- tes de nacer de lo alto nunca vivimos por el ruaj sino únicamente por el alma, no sabemos bien distinguirlos y a veces creemos que son del ruaj cosas que son del alma). Cuando nacemos de lo alto recibimos el nuevo ruaj, que es el que nos capacitará para adorar, lo ve- remos más adelante. Entonces, "Formó al hombre del polvo de la tierra" se refiere al cuerpo del hombre; "sopló en su nariz el aliento de vida" se refiere al alma del hombre al venir 6 Los ángeles fueron creados como ruajim, espíritus, pe- ro el hombre fue creado de manera predominante co- mo alma viviente. Era inferior ("Tú lo hiciste un poco inferior a los malajim..." Tehilim/Salmos 8:5) pero al mismo tiempo pasible de convertirse en mucho más. El hombre no sólo tenía un cuerpo, un cuerpo con el aliento de vida; también se convirtió en un alma vi- viente. Por eso veremos más adelante en la Biblia que Elohim a menudo se refiere a los hombres como "al- mas". ¿Por qué? Porque lo que es el hombre depende de cómo es su alma. Su alma le representa y expresa su individualidad. Es el órgano de la libre voluntad del hombre, el órgano en el cual el ruaj y el cuerpo están totalmente fusionados. Si el alma del hombre quiere obedecer a Elohim, permitirá que el ruaj gobierne al nombre según lo ordenado por Elohim. El alma, si lo decide, también puede reprimir al ruaj y tomar algún placer reinando sobre el hombre, usurpando un cargo que no le pertenece. Se puede ilustrar en parte esta trinidad de ruaj, alma y cuerpo con una bombilla eléctrica. Dentro de la bombi- lla, que puede representar al conjunto del hombre, hay electricidad, luz y alambre. El ruaj es como la electri- cidad, el alma es la luz y el cuerpo es el alambre. La electricidad es la fuente de la luz, mientras que la luz es el efecto de la electricidad. El alambre es la sustan- cia material para transportar la electricidad, así como para manifestar la luz. La combinación del ruaj y el cuerpo produce el alma, que es única del hombre. De la manera que la electricidad, transportada por el alambre, es expresada en la luz, así también el ruaj actúa sobre el alma, y el alma a su vez se expresa por medio del cuerpo. Sin embargo, debemos recordar bien que mientras el alma es el punto de encuentro de los elementos de nuestro ser en esta vida presente, el ruaj será el poder dominante en nuestro estado de resurrección. Porque la Biblia nos dice: "Se siembra cuerpo natural, resuci- tará cuerpo espiritual. Hay un cuerpo natural, y hay un cuerpo espiritual" (1 Cor. 15:44). Sin embargo, aquí hay un punto vital: los que hemos sido unidos a Yahs- hua resucitado podemos conseguir incluso ahora que