Serie "Cuerpo, Alma y Ruaj" Serie Cuerpo, Alma y Ruaj | Page 47
Ahora sí llegamos a la parte directa de los demonios.
Mientras en todo lo anterior nos hemos mantenido "al
margen" de su intervención, sabiendo que en todo lo
que hablamos ellos sólo pueden decirnos mentiras, em-
pujándonos al desequilibrio, ahora vamos a hablar
acerca de verdaderas puertas abiertas que muchos tie-
nen sin saber y que es indispensable cerrar para limitar
su acceso a nuestro interior. Porque debemos com-
prender que, al final de cuentas, si conseguimos escu-
char sus voces ES PORQUE NUESTRAS VENTANAS Y
PUERTAS CONTINÚAN ABIERTAS, aún cuando ellos no
puedan entrar.
Yahweh ha puesto en cada uno de nosotros la capaci-
dad de ponernos en contacto con el mundo sobrenatu-
ral, para que podamos tener comunión con Él mismo.
Esto es lo que conocemos como nuestro ruaj. Sin em-
bargo, hay dos mundos sobrenaturales: el mundo de las
tinieblas, dominado por haSatán, y el mundo de la luz,
dominado por Yahweh. Desde que la raza humana cayó
en pecado, nosotros podemos estar en contacto con
ambos mundos sobrenaturales (actualmente sólo los
creyentes, obviamente, y en los tiempos antes del de-
rramamiento del Ruaj sólo cuando el propio Ruaj ungía
a determinadas personas, y normalmente era por tiem-
po limitado).
Si alguno ha tenido contacto con espiritistas, hechice-
ros o religiones falsas de alguna índole, entonces ha
tenido contacto con lo que para Yahweh es una abomi-
nación:
47
Que no se encuentre en tu medio nadie que en-
tregue a su hijo o a su hija al fuego, nadie que
sea adivino, astrólogo, echador de la suerte, o
hechicero, nadie que haga brujerías, que con-
sulte a los espíritus o a los pronosticadores, o
que invoque a los muertos. Porque todo el que
hace esas cosas es aborrecible para Yahweh, y
por causa de esas prácticas aborrecibles Yah-
weh tu Elohim las está desposeyendo delante
de ti. Devarim/Deuteronomio 18:10-12
Yahweh nos dice esto tan claramente, porque los que
practican tales cosas realmente reciben poder, pero
del reino que es dominado por HaSatán, el enemigo de
Yahweh. Si alguien practica estas abominaciones o con-
sulta a una persona que las practica, se pone en con-
tacto con el reino de haSatán. Se podría decir que es
como establecer un contacto telefónico o abrir una
puerta en la vida de quien lo hace, al reino de él.
Esto incluye cosas que algunos pueden menospreciar,
como simplemente haber acompañado a una amiga a
una consulta de tarot (sin que haya sido para uno mis-
mo), leer el horóscopo por simple curiosidad o "por di-
versión" (con la justificativa de que "yo igual no creo en
eso", creencia que importa bien poco a los demonios
que ya entraron) o utilizar algún tipo de amuleto, aún
desconociendo su significado verdadero (puede ser una
joya, un tatuaje, alguna estampa en la ropa, mil co-
sas). Puede que alguna vez en la escuela hayan hecho
algún tipo de "atadura" para pasar un examen (y cre-
yendo que se trata de tonterías infantiles, lo dejan de
lado sin cerrarlo). Todo este tipo de acciones y objetos