Serie "Cuerpo, Alma y Ruaj" Serie Cuerpo, Alma y Ruaj | Page 40

QUE REALMENTE CONTINÚAN EN EL CONTROL Y QUE TIENEN DERECHO... TODAS MENTIRAS. Esta es la diferencia entre la posesión y la opresión: en este caso, los demonios están oprimiendo a la persona, pero mienten al decir que pueden hacerlo. En verdad, el poder que tienen sobre la persona ES EL QUE LA PROPIA PERSONA LES OTORGA EN SU IGNORANCIA. Y LO ÚNICO QUE HAY QUE HACER ES CERRAR LA PUERTA. Ahora bien, cómo cerrar esas puertas. Voy a tratar de simplificarlo, pero quiero que comprendan que CADA UNO ES UN CASO PARTICULAR, de manera que deberán "adaptar" lo que se lee aquí a sí mismos. Para ser bien claros, lo que quiero decir es que si en un ejemplo hablamos de un determinado problema con el padre y la persona no tiene ese problema con el padre PERO SÍ CON LA MADRE, no debe concluir que "no le correspon- de", sino adaptar la información a su caso. Este ejem- plo es muy grosero y simplista, y a veces deberán hacer ejercicios mentales más profundos para ver si lo que sugiere el ejemplo encaja con nosotros. Pero tampoco les digo que lo hagan por sí mismos, SINO QUE EN CADA CASO LE PIDAN AL RUAJ QUE LES MUESTRE LO QUE QUIERE QUE VEAN. Él se va a ocupar... SI LE PRESTAN ATENCIÓN Y SE DISPONEN, porque este trabajo de "lim- pieza interior" tiene dos partes trabajando juntas: el Ruaj que nos muestra lo que debemos limpiar y nuestro ruaj que se dispone a obedecer. Para que vayan sa- biendo, NUESTRA ALMA SE OPONDRÁ TENAZMENTE, GRITARÁ Y PATALEARÁ, negándose a ser limpiada, y es tarea de nuestro ruaj regenerado asumir su verdadera posición como gobernante de nuestro cuerpo, destitu- yendo al alma de un cargo que ocupaba mientras no éramos salvos, y ayudándola a regresar a su verdadera función de intermediaria interna. También los demo- nios ofrecerán resistencia, poniendo trabas, sacándo- nos las ganas, cansándonos con otros asuntos, com- plicándonos la vida de manera que nos sintamos tan mal que creamos que hemos tomado la decisión equi- vocada. NO DESISTAN. Primeramente vamos a tratar todo acerca de nuestra limpieza psicológica (del alma), y al final veremos lo relativo a los demonios. Deben comprender que no se empieza por el techo sino por el piso, de manera que es inútil hacer como están acostumbrados, empezar a leer por el final e ir a la parte de los demonios, SIN RE- SOLVER PRIMERO LOS ASUNTOS DEL ALMA NO SIRVE DE NADA CERRAR PUERTAS QUE NUESTRO PROPIO YO REA- BRIRÁ UNA Y OTRA VEZ. Limpiando nuestra casa Cuando sentimos el llamado de Abba para volver a casa hacemos como el hijo pródigo: dejamos todos los malos hábitos de lado y simplemente empezamos a caminar para volver. Muchos de los que ya han aceptado a Yahshua ha'Mashíaj como su Salvador personal ya saben de qué estoy hablando. Seguramente recordarán el es- tado DEPLORABLE en el que se encontraban. Muchos han recibido sus vestidos limpios, sus sandalias y anillo en el dedo, y ya han comido y así han sido fortalecidos. 40 Sin embargo, la historia no termina aquí. Este apenas es el comienzo de una nueva vida como hijos de nues- tro amoroso Abba. Verán, cuando recién llegamos a casa después de haber sufrido tanto en el mundo, nuestro Abba nos viste y nos alimenta, y nos sienta a la mesa para que seamos ser- vidos. Pero esta situación no durará eternamente. En algún momento terminará la fiesta de bienvenida y de- beremos levantarnos de la mesa del banquete y reco- menzar con la vida de todos los días, tratando de re- insertarnos en un mundo que ahora nos mira de forma diferente, y al que comenzamos a mirar de forma dife- rente también. Nuestro Padre esperará a que hayamos descansado de las penurias de nuestro viaje de regreso, y a que estemos fortalecidos alimentándonos diaria- mente con Su Palabra, y tarde o temprano colocará una inquietud en nuestros corazones, y simplemente se ale- jará "un poquitín". Esto casi siempre tiene el efecto de cuando estamos en una cama calentita y alguien nos saca el cobertor: enseguida nos llega una sensación desagradable de FRÍO. Lo que se debe entender es que no será por causa de ningún pecado que ACABEMOS DE COMETER. Cierta- mente sabemos que continuaremos cayendo y le- vantándonos, pero además de ese andar llegará la hora de empezar a HACER LIMPIEZA EN NUESTRO BAÚL DE VIEJOS PECADOS. La gente piensa que sólo deben "venir como están" para ser salvos, y eso es verdad... pero no por eso permanecerán EN EL MISMO ESTADO EN EL QUE LLEGARON. Es necesario que se laven y purifiquen a sí mismos y sus ropas. A lo largo de nuestras vidas, ESTE EJERCICIO DE "EN- TREGAR PECADOS" (pueden ser desde acciones concre- tas hasta meros pensamientos, en cada caso cada uno LO SABRÁ PORQUE EL RUAJ LE MOSTRARÁ CON CLARI- DAD DE QUÉ SE TRATA) será realizado a cada tanto, de acuerdo con los designios de nuestro Padre, que envía su Ruaj a conducirnos en esta tarea de "purificación", en la que nos aligeramos de nuestras cargas y limpia- mos nuestro interior para que la semilla de nuestro Yahshua ha Mashíaj tenga espacio para CRECER. Cual- quier agricultor o jardinero sabe bien que cuando una semilla es plantada, se debe escarbar la tierra para "romperla", permitiendo así el paso del agua y los nu- trientes que harán crecer la planta. Y ESTO ES EXAC- TAMENTE LO QUE CADA CREYENTE DEBE HACER PARA MANTENER SU COMUNIÓN CON EL PADRE. Si no limpia- mos nuestro canal de comunicación, llegará un momen- to en el que no "escucharemos". Si no aramos la tierra de nuestras almas, la semilla no conseguirá germinar. Lo que aquí trataremos será sólo LA ORIGEN de ciertos pecados que mantenemos guardados. La mayoría de nosotros comprende bastante bien el asunto de que TODOS NUESTROS PECADOS FUERON PERDONADOS, y de hecho la gran mayoría los hemos eliminado de nuestras mentes, como cosas viejas. Sin embargo, LAS RAÍCES HAN QUEDADO PORQUE NOS SON OCULTAS, y otros por- que no las hemos dejado de lado (decimos que sí pero no), o no las hemos encarado correctamente y no las asumimos, y de todo esto hablaremos a continuación. Estos son los ámbitos en los que