Serie "Cuerpo, Alma y Ruaj" Serie Cuerpo, Alma y Ruaj | Page 37

La mayoría de nosotros viene, en cierta medida, del cristianismo. Tal vez no de forma directa, puede que no hayan sido miembros activos de ninguna denomina- ción, pero todos tenemos incorporados una serie de conceptos que nos vienen de nuestra sociedad judeo- cristiana. Son ideas generales de cosas que creemos que "son así", y que en la mayoría de los casos no pasa de leyendas urbanas. El cristianismo sostiene que, debido a que el cuerpo del creyente es ahora habitación del Ruaj haKodesh, no hay forma de que los demonios puedan continuar pose- yendo ese cuerpo, teniendo autoridad sobre él. A pesar de que estoy de acuerdo con tal afirmación, una cosa es la emisión del decreto y otra es la toma de posesión del mismo. En otras palabras: UNA COSA ES QUE LA GENTE SEA DECLARADA LIBRE DE SU ESCLAVITUD Y OTRA QUE HAGA EFECTIVA ESA LIBERTAD, NEGÁNDOSE A OBEDECER A SU ANTIGUO AMO Y EXPULSÁNDOLO CUANDO SE METE DONDE YA NO LE CORRESPONDE. Además de ello, debemos recordar que el ruaj es UN CANAL DE COMUNICACIÓN CON EL MUNDO ESPIRITUAL, y si bien los creyentes regenerados han recibido al ruaj de Yahshua ha Mashiaj para retomar la conexión con el Padre, también puede ser utilizado por otros ruajim (como ha sido el caso de todos, en mayor o menor me- dida, de acuerdo a las actividades realizadas por cada uno antes de nacer de nuevo). La prueba está en el simple hecho de que continuaremos a ser tentados a lo largo de la vida, a pesar de que estos ruajim malignos no tengan poder de INSTALARSE dentro de los creyen- tes regenerados. Sin embargo, pueden gritarnos desde 37 la puerta, y a veces sus voces son tan fuertes que pare- ce que continuaran dentro. Antes de ser salvos, todos somos esclavos del pecado y a él obedecemos. Sin embargo, una vez salvos somos automáticamente liberados de esa esclavitud, PASAMOS A PERTENECER A OTRO DUEÑO. Esta parte la entende- mos bastante bien, la parte con la que generalmente tenemos problemas es con la de que NO PUEDE HABER DOS DUEÑOS AL MISMO TIEMPO, por lo tanto... NO SE PUEDE SERVIR A DOS SEÑORES. Eso quiere decir que ya no estamos obligados a servir al pecado... pero allá vamos casi siempre, sirviéndolo porque es una costumbre muy arraigada. Cuando digo "pecado", la mayoría de nosotros consigue elaborar una lista bastante larga de malas acciones, que pueden ser mentir, robar, matar, fornicar, envidiar, codiciar, ser discutidor, rebelde, desobediente, vanidoso, cobarde, irascible, impaciente, en fin, muchos ejemplos de lo que creemos es pecado. Y quédense tranquilos: TODAS ESAS COSAS CIERTAMENTE SON PECADOS. Pero son los pecados más evidentes. Existen muchas otras cosas que son más sutiles y que no siempre nos damos cuenta de que son pecados también. La palabra hebrea usada en el Kitbé HaKodesh para pe- cado es JATTÁ, del verbo jatá, suenan casi igual. El verbo significa básicamente ERRAR. De ahí, sus otras acepciones, como desviarse y descarriarse (porque quien erra se desvía, se va por otros caminos) y delin- quir o pecar. Entonces, PECAR ES ERRAR DE CAMINO COMETIENDO UN DELITO. Por eso implica nociones de