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Versos para olvidar
No te rindas, Mario Benedetti
No te rindas, aun estas a tiempo de alcanzar y comenzar de nuevo, aceptar tus sombras, enterrar tus miedos, liberar el lastre, retomar el vuelo.
No te rindas que la vida es eso, continuar el viaje, perseguir tus sueños, destrabar el tiempo, correr los escombros y destapar el cielo.
No te rindas, por favor no cedas, aunque el frio queme, aunque el miedo muerda, aunque el sol se esconda y se calle el viento.
Aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tus sueños, porque la vida es tuya y tuyo también el deseo, porque lo has querido y porque te quiero.
Porque existe el vino y el amor, es cierto, porque no hay heridas que no cure el tiempo, abrir las puertas quitar los cerrojos, abandonar las murallas que te protegieron.
Vivir la vida y aceptar el reto, recuperar la risa, ensayar el canto, bajar la guardia y extender las manos, desplegar las alas e intentar de nuevo, celebrar la vida y retomar los cielos.
No te rindas por favor no cedas, aunque el frio queme, aunque el miedo muerda, aunque el sol se ponga y se calle el viento.
Aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tus sueños, porque cada día es un comienzo, porque esta es la hora y el mejor momento, porque no estás sola, porque yo te quiero.
Buried Love; Sara Teasdale (1884-1933)
He venido a enterrar al amor
debajo de un árbol,
en el bosque negro y alto,
donde nadie pueda verlo.
No pondré flores en su cabeza,
ni una lápida a sus pies,
pues esos labios que tanto amaba
fueron amargos, nada.
No volveré al sepulcro,
pues el bosque es frío.
Reuniré toda la alegría
que mis manos puedan abarcar.
Estaré todo el día bajo el sol,
donde los salvajes vientos soplan,
pero lloraré por las noches,
cuando no haya nadie para escuchar.
El recuerdo importuno, Gertrudis Gómez de Avellaneda (1814-1873)
¿Serás del alma eterna compañera,
Tenaz memoria de veloz ventura?
¿Por qué el recuerdo interminable dura,
Si el bien pasó cual ráfaga ligera?
¡Tú, negro olvido, que con hambre fiera
Abres ¡ay! sin cesar tu boca oscura,
De glorias mil inmensa sepultura
Y del dolor consolación postrera!
Si a tu vasto poder ninguno asombra,
Y al orbe riges con tu cetro frío,
¡Ven! que su dios mi corazón te nombra.
¡Ven y devora este fantasma impío,
De pasado placer pálida sombra,
De placer por venir nublo sombrío!
Significado de la palabra Yo amé, Gertrudis Gómez de Avellaneda (1814-1873)
Con yo amé dice cualquiera
Esta verdad desolante:
—Todo en el mundo es quimera,
No hay ventura verdadera
Ni sentimiento constante—
Yo amé significa: Nada
Le basta al hombre jamás:
La pasión más delicada,
La promesa más sagrada,
Son humo y viento ¡y no más!