Semillas
Educativas
2.
El pecado nos aleja de dios
“La muerte es consecuencia del pecado. Aunque el hombre
poseyera una naturaleza mortal, Dios lo destinaría a no morir.
Por tanto, la muerte fue contraria a los designios de Dios
creador, y entro en el mundo como consecuencia del pecado”
Santo Domingo 1008.
El pecado es un rechazo a Dios, a
sus obras, a su amor y a su inmen-
sa bondad. La práctica del pecado
está cimentada cada día en el des-
conocimiento de la verdad que nos
habla de Dios, en asumir actitudes
negativas al cambio y a rechazar lo
bueno de la obra de la creación. El
pecado es una desobediencia, es
una forma de alejarnos de la miseri-
cordia del salvador que, rebajándo-
se a la condición de hombre, quiso
igualarnos en todo, menos en el
pecado y no enseñó las verdades
fundamentales que orientan el des-
tino de nuestras vidas.
La muestra de pecado está marca-
da en nuestros días por vivir opu-
lentamente, como el rico Epulón,
sin importar que a nuestro alre-
dedor hay muchas personas que
sufren, que claman ayuda y nece-
sitan de una simple voz de aliento,
para enfrentarse a las miserias de
la vida que les rodea. Hay muchos
Lazaros en nuestros días, en medio
de este mundo capitalista, donde
el mercado de los valores, se opo-
ne al de las ideas, impregnando
el materialismo a las personas y
adoptando actitudes de rechazo
a Dios y a su Iglesia, en su pala-
bra, retomando ídolos como lo hi-
cieron los Israelitas en el desierto
cuando desconfiaron de la ayuda
de Dios y mandaron a construir un
becerro de oro para adorarlo.
Así somos nosotros, de dura cerviz,
hombres incrédulos y sin sentido
que andamos solitarios, renegan-
do y ansiado fortunas por doquier,
porque de lo contrario no somos
felices, porque la felicidad, nuestra
felicidad, está contenida en el te-
ner y en el poder.
El pecado que nos absorbe está
avanzando y nuestra sociedad es
presa fácil de él, porque adoramos
lo superficial, lo que podemos ver y
tocar y no le damos importancia lo
espiritual, a lo que nos guía y nos
hace sentimentales; a ese mundo
fantástico que se envuelve en el in-
terior de cada uno y que nos invita
por encima de todo a ser nuevos,
a cambiar, a lograr algo mejor, para
que sintamos la presencia de Jesús.
Hay también otras muchas formas
de pecado en el mundo como
son: el orgullo, el egoísmo, la mal-
dad, el rechazo de lo bueno por lo
malo, siendo actitudes negativas
Semillas educativas. Orientaciones didácticas para la formación de la Infancia Misionera
desde la escuela.
PhD José Orlando Salazar Duque.
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