Semillas
Educativas
3.
Mi compromiso hacia la familia
“La familia sabe leer y vivir el mensaje explícito sobre los derechos y
deberes de la vida familiar. Por esto, denuncia y anuncia, se comprome-
te en el cambio de mundo en sentido cristiano y contribuye al progreso,
a la vida comunitaria, al ejercicio de la justicia distributiva, a la paz.”
Puebla. 587
Nuestro compromiso diario para
con la familia es la de hacerla cre-
cer, protegiéndola de los múltiples
enemigos que la acechan y ha-
ciendo que mediante un servicio
a la humanidad, ayude a descu-
brir en la mayor medida posible,
la verdad sobre la persona y sobre
la familia.
Son compromisos inmediatos
para con la familia los siguientes:
Hay que valorarla, haciendo gran-
de en ella hasta los más mínimos
detalles, para que alimente en las
inagotables riquezas que nos ofrece
Jesús y pueda vencer todo enemigo
oculto que lo rodea, inclusive los pre-
sentados en el mismo seno familiar.
A la familia hay que alimentarla
en un clima de amor para que se
produzca un ambiente de buenas
relaciones en donde el diálogo sea
la mejor fórmula para hallar las so-
luciones a los problemas, por más
difíciles que sean, así mismo en la
familia se debe propiciar un am-
biente de entendimiento personal
que ayude a que sus miembros se
descubran a sí mismos, en sus di-
mensiones humanas, espirituales,
morales, religiosas y sociales, para
llegar a una vida cimentada en la
fe, que esté siempre dispuesta a
defender los principios cristianos.
La familia ha de intensificar el
respeto al otro, educando a los
miembros que la conforman en la
acogida de la vida, el amor fiel, en
el perdón y en la paz. La familia
tiene que luchar unida para lograr
un auténtico crecimiento humano,
especialmente llamada “cultura
de la muerte”, haciendo que la
vida florezca y se conserve, infun-
diendo respeto, caridad, acentua-
ción del bien común, conciencia
de su propia dignidad, de sus
propios valores, que sus miem-
bros son agentes, protagonistas
en la defensa y promoción de sus
propios derechos.
Llevar a cabo estos compromisos,
significa rodear a la familia con las
capacidades posibles y hacer que
crezca, se fortalezca y se unifique
por siempre, venciendo a sus ene-
migos y acatando el llamado que
le hace Dios, de ser la célula de
la sociedad, o primera escuela de
virtudes humanas y cristianas.
Semillas educativas. Orientaciones didácticas para la formación de la Infancia Misionera
desde la escuela.
PhD José Orlando Salazar Duque.
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