Semillas
Educativas
¿Para qué sirve
la infancia misionera?
No solo sirve para ayudar a los
educadores, sacerdotes, padres de
familia y catequistas a despertar
progresivamente en los niños una
conciencia misionera universal, sino
que también estamos abriéndoles
la puerta de la esperanza, para que,
desde niños, sientan la presencia
de Jesús y la tomen para que en el
futuro se decidan por la vida religio-
sa, sacerdotal o de servicio a la co-
munidad. Hay que entender que
este encuentro misionero no es de
obligación forzosa, sino más bien/
ha de ser con pulcritud, sencillez
y bondad en el corazón de cada
niño.
La Infancia Misionera sirve tam-
bién para que la Iglesia despierte
el espíritu de colaboración, ayuda
y acercamiento de los niños a la
Eucaristía, a la Santa Misa domi-
nical y con ellos, hagan partícipes
también a sus padres, muchas
veces alejados de la comunidad
parroquial.
La Infancia Misionera es una luz
que alumbra con claridad en el
sencillo corazón del niño y le toca
las fibras de su alma, sintiendo a
Jesús como a su amigo eterno
que le acompaña y le ayuda por
siempre. Igual misión cumple la
Infancia Misionera en la escuela,
hace despertar en los otros ni-
ños el deseo de pertenecer a la
misma y el ambiente misionero
brotará por doquier, por eso es
un trabajo muy bonito, que va de
la mano del profesor, del mismo
sacerdote en la parroquia, quien
debe motivar la creación y forma-
ción de los grupos y reunirse con
ellos, jugando, mostrando a Je-
sús con ejemplos y virtudes, para
que cada niño obtenga frutos y
los riegue después como semilli-
tas de esperanza para el mundo.
Algunos apartes de esta sección fueron tomados de diferentes obras literarias, no son
propiedad intelectual del autor de esta obra (Semillas educativas.).
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