Semillas educativas Semillas Educativas- José Orlando Salazar Duque | Page 189

Semillas Educativas 4. El pesebre El misterio de Navidad se realiza en nosotros cuando Cristo toma forma en nosotros «Navidad es el misterio de este admirable intercambio». Catecismo de la Iglesia Católica. 526. En nuestro ambiente cultural y religioso no puede haber Navi- dad sin pesebre. El mismo es evo- cador de los recuerdos más tier- nos y ligados a la persona misma, que nosotros atraemos y llevamos a todas partes en el corazón. En el pesebre se conjuga un lenguaje universal: el amor, Verbo Divino, que se entregó sin limitaciones y decidió quedarse en el corazón de la humanidad. El pesebre es el centro de dos mundos y dos realidades, es la esencia de la salvación que com- penetró con el entorno del hom- bre, una vida de gracia y perdón, rechazando la de pecado. La Edad Media fue muy rica en presentaciones y el arte siempre ha sido, en su origen más profun- do, una verdadera expresión del espíritu, la expresión del amor, de la bondad y el supremo sacrificio, por la unidad total de la persona: materia y espíritu, en donde impe- ra el espíritu, porque es soplo de reconciliación, dado desde la crea- ción del mundo mismo/ pero, aún más, reforzado con la entrega del Hijo del Hombre, en el seno de un humilde pesebre. Es la expresión sincera de la ac- ción salvadora que se viene repre- sentando con encanto desde hace muchos siglos y que queda plas- mado en el pesebre, pues, allí está el autor de la vida, el dador de la vida, quien se rebajó a la condi- ción de humano, igualándolo en todo, menos en el pecado, para convencernos, inclusive, hasta los más reacios, de que el amor del Señor es maravilloso y que cómo la espada, traspasa los corazones, pero no para hacerles daño, sino por el contrario, para llenarlos del más profundo y sincero amor de un padre hacia su Hijo, bienestar absoluto de la riqueza espiritual que imprime la faz de la bondad y que se hace presencia en el caris- ma de la misericordia. Sin embargo, era muy avanzada la Edad Media cuando irrumpió el pesebre como representación. Hasta entonces, la Navidad era una fiesta religiosa muy importan- te, pero sin pesebre, que se venía celebrando desde los comien- zos del siglo IX, en Roma, apro- vechando la época decembrina y convirtiendo de esta manera una fiesta pagana, dedicada al sol naciente e invisible, que des- de entonces se despaganiza y en Semillas educativas. Orientaciones didácticas para la formación de la Infancia Misionera desde la escuela. PhD José Orlando Salazar Duque. 189