Los timos de siempre aún funcionan
A pesar de todas las iniciativas gubernamentales para concienciar sobre la seguridad, los internautas españoles, en su mayoría no se protegen lo suficiente al navegar por la Red
A pesar de todas las iniciativas gubernamentales para concienciar sobre la seguridad, muchas de alcance internacional, como la que se celebró ayer del Día Internacional de la Internet Segura, los internautas españoles, en su mayoría (un 84% según datos de Microsoft) no se protegen lo suficiente al navegar por la Red.
Es más, parece que seguimos picando en las mismas trampas que hace años. Así lo explica el subdirector de programas de Inteco (Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación), Tomás Gómez: «La gente sigue cayendo en ciertos ganchos que aparecen en redes sociales, buscadores y correos electrónicos». Se trata de los llamados ataques de ingeniería social, que ahora alcanzan también al ámbito móvil porque, como cita Gómez, «casi el 50% de la población española usa un 'smartphone'».
Trampas de ayer, de hoy y de siempre
Es el caso de esos enlaces que pueden compartir nuestros contactos de Facebook invitándonos a ver, por ejemplo, a algún famoso en una situación comprometida. «Los ciberdelincuentes están observando que es una forma de hacer llega amenazas de manera masiva», señala Gómez.
Los troyanos resultan cada vez más sofisticados
Es el mismo mecanismo que emplean los correos malignos que utilizan remitentes como «@policia.es» o «@gobierno.es», que, desde 2010 y pese a las recomendaciones de las autoridades, siguen introduciendo malware en los equipos de los usuarios, como explica una información de ZonaVirus citada por la Oficina del Internauta.
La última oleada detectada utiliza la dirección policí[email protected] para enviar lo que podría ser un «cazapasswords» de origen brasileño. Estos troyanos resultan cada vez más sofisticados precisamente porque el truco sigue funcionando y son muchos los internautas que no tienen cuidado y ejecutan los adjuntos o «pinchan» en los enlaces que acompañan a estos correos dañinos. Por otro lado, Gómez indica que el principal peligro