SEGURIDAD PROFESIONAL 54 | Page 17

EL HOMBRE LOBO HISTORIA DEL CRIMEN EN ESPAÑA

Manuel Blanco Romasanta: El único "hombre lobo" procesado judicialmente en España

Psicópatas

“Va de oficio la causa contra el hombre lobo Manuel Blanco, por varios asesinatos. Allariz, Abril de 1853”. De esta forma tan sorprendente se inicia el extenso sumario judicial –más de 2000 páginas manuscritas encuadernadas en 7 tomos- al que INTERVIÚ ha tenido acceso, y en el que se detalla el primer juicio contra un asesino en serie español, y la única causa contra un Hombre-Lobo ejecutada en un Tribunal de Justicia nacional.

El caso del Hombre-Lobo de Allariz, parece extraído de un guión cinematográfico, aunque en realidad ha inspirado uno, y varias novelas. Fue José Luis López Vázquez quien dio vida a Manuel Blanco en la película “El Bosque del Lobo”, convirtiendo a Blanco Romasanta en el único asesino en serie español que ha visto sus andanzas reflejadas en la gran pantalla. Sin embargo, en este caso, la realidad supera la ficción...

Según consta en el nuevo Libro de Bautizados de la Parroquia de Sta. Eulalia de Esgos (página 30), el 18 de noviembre de 1809 nació Manuel Blanco Romasanta, hijo de Miguel Blanco y María Romasanta, en la pequeña localidad orensana de Regueiro, municipio de Esgos.

Ya el misterio más absoluto y las más insólitas circunstancias comenzaron a orbitar en torno a la vida de Manuel Blanco desde su más tierna infancia. Tanto es así que, por razones que desconocemos, fue registrado en la partida bautismal como niña, con el nombre de Manuela Blanco. (?)

El 29 de abril de 1825, con quince años de edad, Manuel Blanco recibe la confirmación, junto con sus dos hermanos José y Antonio, de manos del entonces Obispo de la Diócesis, Dámaso Iglesias y Lago.

Por esa época Manuel Blanco, un niño de inteligencia ágil y rápida, como se deduce de su destreza manual y múltiples oficios, comienza a aprender los que serían en el futuro sus "modus vivendi": tendero, sastre, buhonero, carpintero, etc.

Según el Libro de Casados -hoja 144 y ss..- y de Difuntos -hoja del libro primero- que se conservan en la Parroquia de Santa Eulalia de Esgos, Manuel Blanco -de 21 años- contrajo matrimonio con Francisca Gómez Vázquez el 3 de marzo de 1831. Sin embargo el matrimonio duraría poco, ya que la esposa de Romasanta fallecería, sin haber dejado hijos, el 23 de marzo de 1834. Exactamente tres años después de la boda.

Y así, viudo con solo 24 años, Blanco Romasanta comenzará a recorrer con su tienda ambulante los caminos de Galicia primero, y de España y Portugal después. En esos viajes aprenderá a moverse con soltura por bosques, caminos y "corredoiras", en los que poco después cometería sus atroces y extraños crímenes.

EXTRAÑAS DESAPARICIONES EN EL PUEBLO

Corría el año 1846. Manuela García Blanco, vecina del pueblo orensano de Rebordechao (Allariz), había decidido buscar su futuro y el de su hija Petra, de 6 años, fuera de Galicia. Manuela, nacida el 15 de diciembre de 1799, pensaba encontrar en Santander una buena casa en la que servir ganando unos dineros con los que sacar adelante a su hija. Hasta entonces servía en casa de Dª Brígida Aguiar y D. Luis García, pero ahora, medio divorciada de Pascual Merrello, había decidido vender todos sus bienes y marcharse del pueblo. Y Manuel, el tendero ambulante (entre otros oficios) que tan bien conocía los caminos del país, se había ofrecido a escoltarla hasta Cantabria, donde había prometido conseguirle ese ansiado trabajo.

Tras despedirse de sus hermanas, que por desgracia no tardarían en reunirse con ella, Manuela y su pequeña salieron del pueblo rumbo al norte.

Semanas más tarde, Manuel Blanco, el tendero ambulante, volvió por el pueblo. Ante las preguntas de los familiares de Manuela respondió que ella y su hija habían quedado muy bien colocadas en casa de un cura... Y otras vecinas del pueblo, alentadas por tan envidiable perspectiva de futuro, decidieron seguir los pasos de Manuela, abandonando Robordechao en compañía de Manuel Blanco “el tendero”.

Poco después sería Benita García quien partiría en compañía de Romasanta, en dirección a la casa de un cura de Santander donde encontraría empleo... y más tarde Josefa García, Antonia Rua... algunas de ellas viajarían con sus hijos, de corta edad. Y ninguno de ellos volvería a ser visto con vida jamás.