SANGRE DE CAMPEÓN Sangre de campeón | Page 93

-Pero me cuesta mucho trabajo expresarme cuando estoy nervioso. -Entonces escribe –contestó -. Escribe lo que te pasa, practica en privado la lectura de cuanto escribiste y después reúnete con las personas para leerles tu carta en voz alta. Eso siempre es una buena estrategia que te permitirá hablar sin interrupciones y no olvidar nada de lo que deseabas decir. Se escucharon ruidos en la oficina. Tal vez mi padre había llegado y pronto me llamarían. El miedo volvió a apoderarse de mí y sentí deseos de llorar otra vez. -Cálmate -me dijo lvi-. Tienes las armas para triunfar: úsalas. -No estoy seguro... La última vez que vi mi sangre, no me agradó el panorama. Percibí un cosquilleo en el labio superior. Me limpié con la mano. Estaba saliéndome sangre de la nariz. El líquido rojo era casi transparente para mí. Ya no me mareé al verlo, pero en el fondo rojo detecté gran cantidad de fuertes soldados, andando de un lado a otro come ejército protector. Los monstruos del mal, también estaban ahí, pero disminuidos y quietos como si al fin hubiesen sido dominados. Un monstruo quiso moverse y fue acribillado de inmediato. -¡Guau! –dije -, ¡esto es increíble! Me puse de pie para entrar al sanitario por un trozo de papel de baño. Cuando salí, Ivi ya no estaba. La busqué por la ventana No había nadie cerca. Volví a sentarme. Saqué mi cuaderno y comencé a escribir una carta de defensa. Tuve tiempo de redactarla y repasarla. 93