Regresé y escribí:
Dentro de quince años quiero ser: Fabricante
computadoras. Dueño de varios hoteles y restaurantes.
de
Quiero vivir: En una casa muy grande con alberca, junto a la
playa; con mucho dinero y un coche deportivo negro.
Quiero estar casado: Con una mujer igual a...
Me quedé pensando... Iba a escribir “igual a IVI”, pero ella quizá
no existía...
Observé lo que había anotado. Pensé: “¿Se podrá todo..?
¡Claro! ¿Por qué no?” Para ser experto en computadoras. sólo
necesitaba trabajar más con ellas: aprender a usar el Internet,
imprimir fotografías y dibujos. Al mismo tiempo, podía estudiar
muchas matemáticas y ahorrar dinero para hacer negocios. A la
larga, si lograba tener un hotel cerca del mar, podría construir una
casa en la playa... Lo... de...una... esposa como...
Sacudí la cabeza para alejar esa tonta idea.
Salí al jardín llevando la caja de madera.
Detrás de las plantas, tenía un escondite donde guardaba mis
juguetes favoritos; los saqué todos. Limpié el rincón y metí la caja
de IVI.
Después de arreglar el lugar, me alejé; sentí algo extraño a mi
espalda. Giré con rapidez. Detrás de las plantas había un brillo
azul. Pregunté:
-¿Quién está ahí?
Nadie contestó.
68