SANGRE DE CAMPEÓN Sangre de campeón | Page 64

Corrí de regreso a casa. Necesitaba analizar con tranquilidad esa cajita de madera; abrirla y leer despacio cada uno de los mensajes que había en su interior. Estaba empezando a oscurecer cuando doblé la última esquina para llegar a mi casa. Me detuve asustado. Frente a nuestra puerta había dos coches viejos. ¿Teníamos visitas? ¡No! Un señor se había subido a la barda y miraba para adentro de mi casa, mientras otro lo sostenía por las piernas. Dos más vigilaban alrededor. Eran ladrones. Por favor; revisa la guía de estudio en la pagina 165, antes de continuar la lectura del siguiente capítulo. 64