El conserje levantó la mano como deteniéndome.
-¡Muchacho! ¿Qué hacías adentro de la escuela a esta hora?
¡Ven acá!
-Su sobrina le explicará. Pregúntele a ella.
Seguí corriendo. Después de un largo rato, llegué a mi casa y
toqué la puerta.
Esperaba que mi madre saliera llorando, me abrazara dijera:
“Felipe, ¿dónde andabas? ¡Tu papá y yo hemos estado buscándote
toda la noche!”
Volví a tocar, pero nadie me abrió.
Por favor; revisa la guía de estudio en la pagina 162, antes
de continuar la lectura del siguiente capítulo.
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