14. Un campeón observa y analiza
Me acerqué a pasos lentos.
Aparté despacio las plantas y miré al interior del escondite. La
caja brillaba. Como pequeño sol, emitía una luz suave de color
amarillo que se convertía en azul.
Mi corazón latía a toda velocidad. Contemplé la caja un largo
rato. El brillo se fue apagando poco a poco. Escuché ruidos. Luego
la voz de mi padre:
-¿Felipe? ¿Estabas jugando con pólvora?
-No, papá, ¿Por qué?
-Me pareció ver una luz.
El resplandor había desaparecido. Pregunté:
-¿Cómo está mi hermano?
Agachó la cabeza preocupado.
-Mal –contestó -. Sufre fuertes dolores. Parece que ninguno de
nosotros tiene una médula ósea compatible con la suya. Seguimos
buscando...
Durante un largo rato, la tristeza nos invadió. Caminamos.
Después, papá comentó:
-Mañana es tu primer día de clases. Voy a irme muy temprano
al hospital. Vendrá a recogerte el señor Izquierdo para llevarte a la
escuela.
-El señor Iz... -no terminé la frase; protesté -. ¡Es malo! Me da
miedo...
70