Saludablemente Saludablemente 61 | Page 59

En verdad tengo el hábito de crear relaciones adver- sas, hablar sin rodeos y construirme una muralla que me proteja para no resultar herida. Racionalizo y jus- tifico esto diciendo que soy directa y me pregunto por qué la mayoría de las personas no lo son. Cuando se efectúan grandes cambios, cada pequeño cambio es importante”. Una maestra sabia me sugirió que, si con mi fran- queza alejo a los demás, no me debían quedar muchos amigos. Pero estaba sufriendo demasiado como para poder escuchar su gentil consejo. REPARAR EL ALMA Estaba dispuesta a comenzar a cambiar mi hábito de ser tan crítica y antagonista. Cuando se efectúan grandes cambios, cada pequeño cambio es importante. Decidí cambiar mi energía de negativa a positi- va. Me fijé el objetivo de crear más a menudo amor y compasión como mi forma de ser. Mi intención era brindar servicio a los demás, tanto a mis seres queridos como a los extraños. Mi amiga me alentó, señalando que cuando se efectúan grandes cambios, cada pequeño cambio es importante. Concreticé mi objetivo comprometiéndome durante 30 días a hacer una vez por día algo bueno por otra persona. Treinta días es el período mínimo necesa- rio para cambiar un hábito. Mi “práctica de bondad” podía ser una simple sonrisa o un “hola”, pero quería esforzarme más para crear mi nuevo hábito de ser afectuosa y compasiva, paciente y entregada. Me acerqué a la guardia de seguridad de mi trabajo, que siempre tiene un aspecto gruñón, y me fijé cuál era su nombre: Caty. Comencé a conversar con ella, y descubrí que era una persona y no sólo un objeto que me impedía avanzar porque tenía que mostrarle mi tarjeta de identificación para poder entrar al edificio. Ahora, cuando veo a Caty la saludo por su nombre, le sonrío y cambiamos algunas palabras, lo que hace que la interacción sea mucho más placentera. 59