Saludablemente Saludablemente 61 | Page 43

Nada nos detiene, y cuando una persona nos advierte sobre los obstáculos que encontraremos, sentimos que seremos capaces de superarlos fácilmente porque estamos en la etapa de la con- quista, y seremos complacientes al máximo. Al casarnos, la convivencia revela las imper- fecciones que no habíamos visto en la etapa del noviazgo. Dejamos de conquistarnos y des- cuidamos los detalles que hacían agradable la convivencia. Es cuando surge la decepción y emerge el desencanto. 1. SIGAMOS SIENDO NOVIOS Hagamos que esas cosas maravillosas que nos identificaban se mantengan. Tratémonos con la gentileza y la deli- cadeza con la que lo hicimos antes. Dirijámonos a ella o a él con respeto, como si le estuviéramos conquistan- do todo el tiempo. Ser novios significa cuidar los detalles, admirar las virtu- des y disculpar los errores. ¿Eso significa que no somos el uno para el otro? ¡No! Simplemente ahora debemos trabajar el amor, no a partir de las emociones que surgen de la novedad, la conquista, y el enamoramiento, sino a partir del compromiso. El amor crece por el compromiso que adquirimos de hacer prevale- cer lo bueno sobre lo malo, y de mantener intacta la admiración aprendiendo a disimular lo que no está bien para valorar las virtudes. ¿Qué podemos hacer para que la relación progrese, y siga siendo emocionante y agradable vivir juntos? 3. 2. APRENDAMOS DE LOS DEMÁS, PERO NO COMPAREMOS NUESTRO MATRIMONIO. NO IDEALICEMOS Cuando idealizamos, lo hacemos basados en las expectativas que tene- mos de nuestro cónyuge. Cuando estas expectativas no son cumplidas podríamos llegar a decepcionarnos con facilidad. Acepte a su cónyuge tal cual es. No ignore sus momentos difí- ciles, y reconozca que tiene defectos y debilidades. Esto nos permite trabajar en nuestro crecimiento personal para mejorar junto a nuestro cónyuge. Cuando admire un matrimonio, aprenda de ellos, pero no se compare con ellos, porque cada matrimonio tiene su pro- pia forma de ser y su propio momento de vida. El matrimonio es como una escultura donde cada obra es única y diferente a las demás. No se compare, ni compare a su cónyuge con otras personas, porque eso le robará sus fuerzas y la alegría de todo lo que han conquistado por ustedes mismos. Pero sí podemos aprender los unos de los otros, y eso requiere una buena dosis de humildad y madurez. 43