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La mayoría de las veces, un conjunto de genes, en relación con una amplia gama de estímulos, dirigen el concierto de nuestra fisiología que fundamenta nuestra salud y nuestras vulnerabilidades. En los últimos años, los estudios nutrigenéticos han permitido la identificación de variantes genéticas asociadas con la susceptibilidad a ciertas enferme- dades, potencialmente modificables a través de la interacción con factores dietéticos. A partir de estos conocimientos, se puede practicar una medicina de precisión que tiene en cuenta diferencias interindi- viduales, tales como el perfil genético, el microbioma y los factores ambientales. En relación con la alimentación, a partir de un análi- sis genético o de una observación de los síntomas se puede hacer un tratamiento personalizado. La apli- cación de la nutrición de precisión tiene en cuenta no solo el patrimonio genético de las personas, sino sus preferencias, su percepción del sabor, las mejo- res técnicas de cocción, el empleo de especias, el placer y el disfrute de la comida. A mayor riesgo de enfermedad, obesidad, dislipide- mia, diabetes o enfermedad cardiovascular, cobra mayor importancia un estudio completo de la per- sona en aras de utilizar un tipo de nutrición favorable para su genética y sus vulnerabilidades. Una persona puede contar con genes (variantes polimórficos) que le hagan reaccionar de manera diferente a la mayo- ría de la gente frente a una sustancia en particular. 1. El gen LCT Un ejemplo conocido es el gen LCT que inhi- be la producción de la enzima lactasa e impide digerir bien el azúcar de la leche. Por eso, la variabilidad individual genética hace que las necesidades de nutrientes puedan ser diferentes a la media. 2. El caso del selenio y el zinc Es conocido el caso del selenio y el zinc. La necesidad de selenio depende de un gen que codifica la selenoproteína. La necesidad de zinc depende de un gen que influye en el metabolismo de las células pancreáticas que controlan la insulina. En personas con determinado alelo, la glucosa en sangre se reduce al aumentar el consu- mo de zinc. Por tanto, es posible realizar recomendacio- nes nutricionales personalizadas a partir del estudio genético. 3. Los genes FTO y MC4R Otro ejemplo son los genes FTO y MC4R, que condicionan el riesgo de diabetes y obesi- dad, sin ser determinantes pues con una dieta vegetal equilibrada no se expresan. A partir del perfil genético de una persona obesa se podría saber si va a responder posi- tivamente a una dieta baja en grasas o no. En general, puedes cuidar tu salud con una dieta equilibrada: Proteínas Hidratos de carbono complejos Abundantes frutas y verduras Alimentos pre y probióticos Un incremento de ácidos grasos saludables, especialmente omega-3 Algunos suplementos (ácidos grasos EPA y DHA, vitamina D3, multivitaminas y antioxidantes). 36 Y si además reduces tóxicos y medicamen- tos, practicas un ejercicio físico moderado y mantienes un nivel bajo de estrés, tienes las directrices básicas de una vida saludable con menos sobrepeso, enfermedades metabóli- cas, autoinmunes, degenerativas, mentales y cáncer, y con unas condiciones óptimas de bienestar físico y realización personal.