Muchas de las medidas establecidas por Agnoli para combatir la peste bubónica fueron consideradas estrictas en el siglo XX, debido a que no solo se encargaban de eliminar a los roedores y sus madrigueras, sino que también prohibían tener animales domésticos (perros, gatos, aves, cuyes, conejos, etc) en el hogar de cada ciudadano por el temor a que lleguen a adquirir la enfermedad por estos. Así mismo se clausuraron temporalmente los espacios que aglomeraban a gran cantidad de personas (colegios, templos, circos, etc). A nuestro juicio consideramos que estas acciones fueron efectivas y correctas para evitar la propagación de la enfermedad y el
incremento de muertes.
Este mismo hecho se vive en la actualidad, desde cuando el presidente decreto el cierre temporal de espacios públicos, hasta el confinamiento obligatorio, al principio las personas tomaron la debida seriedad del caso, no obstante la imprudencia y la irresponsabilidad hizo que la mayoría de peruanos ya no le tuvieran miedo a esta nueva enfermedad, lo cual causo la muerte de miles de personas.
Por otro lado la Municipalidad ofrecía cinco soles por cada rata muerta y una cantidad parecida por la denuncia de un enfermo, acción que desde nuestro punto de vista es oportuno, ya que incentivó a los compatriotas a evitar la propagación de la enfermedad y a tratar en lo posible a los enfermos. Igualmente después de aislar al enfermo y sus familiares, se fumigaba la casa y en casos extremos se llegaba a destruir toda la vivienda. Respecto a estas medidas que el estado peruano empleaba, consideramos que se pudieron realizar de una manera más digna y menos atemorizante para la población, porque al trasladarlos de cierta forma ocasionaba temor y provocaba reacciones desaprobatorias debido a la desigualdad y discriminación que existía.
La mayoría de enfermos provenían de sectores pobres, por lo que se vio mas afectado, ya que no contaban con un trabajo estable, porque trabajaban en las calles. La peste trajo muchas consecuencias como discernir a los grupos sociales según su estabilidad económica, la cual se vio asociadacon la miseria y con las malas condiciones de vivienda. Los perjudicados por dicha enfermedad eran llamados los pestosos, lo cuales sufrían todo tipo de insultos, sin poder ocultarse ante la sociedad prejuiciosa. Ahora esta nueva enfermedad no presenta barreras ni límites sociales, sin embargo la población aún tiene ese pensamiento erróneo de ocultarse por miedo a la exclusión o el mal trato que pueden recibir por parte de la comunidad.
.
SALUD INTEGRAL 09 9