San Pedro de Atacama ubicada al norte de Chile, es una de las tres aristas turísticas de la triada conocida como TSD que en el lenguaje popular de los viajeros que se utiliza para hacer énfasis en el (turismo sexo y drogas) estas características y la flexibilidad de las autoridades policiales atraen a miles de turistas europeos, asiáticos y norteamericanos.
En este pequeño poblado habitan no más de 4500 personas entre pueblos originarios, chilenos y extranjeros que se dedican en su mayoría al turismo que es la principal actividad económica de la zona y detonante de las principales problemáticas ambientales de sus habitantes.
Según la alcaldesa Sandra Martínez, la problemática ambiental que atraviesa el municipio es la falta de acceso al agua potable y argumenta que “el fuerte verano tiene secas todas las fuentes hídricas”, quizás en parte sea cierto; empero la realidad es un complejo negocio entre los comerciantes y las autoridades públicas que en últimas afecta al ciudadano del común, al campesino y a los pueblos originarios marginados por los comerciantes y la clase política.
El agua como negocio del turismo no responsable.