Sabiduría del Ser Nº. 3
Instituto Cultural Quetzalcoatl
Prácticas Esotéricas:
LA CIENCIA DE LA MEDITACIÓN
El vacío es muy difícil de explicar porque es indefinible e indescriptible. El vacío no puede
describirse o expresarse en palabras humanas,
debido a que los distintos idiomas que existen
sobre la tierra sólo pueden designar cosas y
sentimientos existentes; no es en modo alguno
exageración afirmar que los lenguajes humanos
no son adecuados para expresar las cosas y los
sentimientos no existentes, y sin embargo
tremendamente reales.
Tratar de definir el vacío iluminador dentro de los
límites terrenos de una lengua limitada por las
formas de la existencia es, fuera de toda duda,
tonto y equivocado.
Es necesario conocer, experimentar en forma
viviente el espacio iluminado de la conciencia.
Es urgente sentir y experimentar el aspecto
vacío de la mente.
Existen dos tipos de iluminación: la primera suele
llamarse «agua muerta» porque tiene ataduras. La segunda es elogiada como «la Gran
Vida» porque es iluminación sin ataduras, vacío iluminador.
En esto hay grados y grados, escaleras y escaleras; es necesario llegar, primero, al aspecto
iluminado de la conciencia y, después, al conocimiento objetivo, al vacío iluminador.
El Buddhismo dice; «La forma no difiere del vacío y el vacío no difiere de la forma; la forma
es vacío y el vacío es forma».
Es debido al vacío que las cosas existen y, por el mismo hecho de que las cosas existen,
deben ser el vacío.
El vacío es un término claro y preciso que expresa la naturaleza no substancial y no personal
de los seres, y una indicación, una señal del estado de absoluta ausencia del yo pluralizado.
Sólo en absoluta ausencia del Yo podemos experimentar lo real, aquello que no es del
tiempo, eso que transforma radicalmente. El vacío y la existencia se complementan entre sí,
se abrazan, se incluyen, jamás se excluyen, jamás se niegan.
La gente común y corriente de todos los días, la gente de conciencia dormida, percibe
subjetivamente ángulos, líneas, superficies, pero jamás los cuerpos completos por dentro y
por fuera, por arriba y por abajo, por delante y por detrás, etc., y mucho menos pueden
percibir su aspecto vacío.
El hombre de conciencia despierta y mente vacía e iluminada ha eliminado de sus
percepciones los elementos subjetivos, percibe los cuerpos completos, percibe al aspecto
vacío de cada cosa.
Esta es la doctrina no discriminativa del camino medio, la unificación del vacío y la existencia.
El vacío es eso que no tiene nombre... eso que es real... eso que es la verdad y que algunos
llaman el TAO, otros el INRI, otros el ZEN... ALA... BRAHATMAN o DIOS, no importa como
se le llame.
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Oct/Nov/Dic-1999 Página Nº.19