Rumor de límites. Memoria del desasosiego (hacia las Pinturas Negras) FINAL DE LAS PINTURAS NEGRAS-QUINTA DEL SORDO | Page 78
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dad del momento. En ellos aparecen varias facetas de su talento creativo.
Por un lado da un paso más en el tratamiento del grabado con la adicción
novedosa del “aguatinta” y de la “manera negra”, dos técnicas con las que
poder abordar sobre todo las medios tonos y que le ayudarían a ampliar
las capacidades plásticas y expresivas de los grabados. Las 80 planchas de
las que se compone esta serie, van precedidas de dibujos preparatorios que
permiten observar otra de las aportaciones de Goya: sus extraordinarias
dotes de dibujante que mantiene en las propias planchas grabadas. Además
es capaz de atinar compositivamente con imágenes irónicas, nada sutiles,
sobre cuanto pretende combatir y la economía de los títulos nos habla con
laconismo de su capacidad de condensación ético-filosófica.
Posteriormente entre 1810-20, emprenderá una de las cimas del arte
militante antibelicista de todos los tiempos: Los Desastres de la Guerra,
donde en 85 planchas, con sus dibujos correspondientes, desgranaría sin
piedad, con extraordinarias composiciones llenas de vida, el horror y las
brutalidades de la guerra. Composiciones que ahondan sobre la humani-
dad en condiciones extremas. Todo un friso de lo peor del ser humano. Goya
es ya un hombre escéptico, que no siente ningún reparo en utilizar su talento
para crear antibelleza según los cánones establecidos. En esas planchas,
Goya, compone descomponiendo, realizando imágenes de difícil supera-
ción en cuanto impacto visual y originalidad compositiva, fuerza expresiva,
clima y tensión emocional, y donde sus dotes de extraordinario dibujante
sobresalen para reflejar cualquier expresión, cualquier actitud, cualquier
sentimiento del ser humano; quedando como un ejemplo inmejorable de lo