RUGIDO Oct. 2014 | Page 3

RUGIDO/Octubre, 2014 3

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¿Cómo es la relacíon con nuestros hijos?

Muchas veces nos preguntamos ¿Cómo es la relación con nuestros hijos? ¿Qué podemos hacer por ellos? y muchas otras preguntas que nacen cuando los niños, niñas y jóvenes comienzan a crecer. Es importante cuidarlos, orientarlos, ayudarlos y entregarles las estrategias necesarias para fomentar un sano desarrollo.

Una buena relación con nuestros hijos, se basa en el respeto mutuo, la comprensión de los sentimientos del otro, la confianza mutua y en la preocupación que existe hacia ellos; conocer sus intereses y motivaciones.

Generalmente un niño que mantiene una relación cercana y de confianza con su familia, logra o intenta seguir reglas impuestas por los padres, incluso cuando ellos no están presentes. Aceptan la supervisión y tienden a involucrarse en menos problemas en la escuela.

.Es importante que como padres pongamos límites y reglas claras, para mantener una buena relación con nuestros hijos/as. Para esto es necesario llegar a un consenso de reglas por ambas partes. Que los estudiantes sean capaces de respetar las reglas, comprender el por qué de las reglas (las razones), si éstas generalmente se cumplen y se desea dar mayor autonomía, se puede dar la oportunidad de negociar y revisar

algunas de ellas -según la edad de niño, niña o joven-. Debemos establecer expectativas claras de conducta, los niños y niñas deben saber qué esperamos de ellos, así sabrán cuáles son sus límites.

Para fomentar la relación padres e hijos se recomienda:

- Mantenerse comunicados: hablar frecuentemente, mantenerse interesado por sus vivencias.

- Pasar tiempos juntos y aprovecharlo.

- Cumpla las promesas, si se cumplen es muy probable que ellos cumplan con las suyas.

- Ser atentos, recordar fechas especiales, hacer “cariños” sin motivo especial.

- Reconocer los esfuerzos, debemos elogiar sus esfuerzos aunque estos no los lleven a la perfección.

- Demuestre sus sentimientos al niño, niña y joven.

- De apoyo, escúchelo y compréndalo.

- Evite burlarse de otras personas y de ellos mismos.

- Use el humor y realice juegos de familia.

- Evite hacer comparaciones con otro miembro de la familia.

- Reconozca las habilidades que tiene y refuércelas.

- Dar libertad –según la edad- advirtiendo de los peligros existentes.

- Siempre supervise las acciones de sus hijos.

Por Daniela Vega Vallotton, psicóloga.