profesiones, por lo que la formación profesional, con base en conocimientos especializados ya no
es ninguna garantía de acceso al empleo, sino que reclama una continua actualización,
innovación y una actitud de formación permanente para un ejercicio profesional acorde a las
demandas y exigencias de la sociedad contemporánea; Benavides puntualiza
“Es en el campo de ejercicio de la profesión en donde se viven las principales exigencias
y transformaciones, por lo que el proceso de formación se tiene que relacionar mucho más con el
campo laboral, en donde se pueden observar las prácticas de la profesión, el trabajo en equipo, la
necesidad de conocimientos y sobre todo, las limitaciones o problemas que se hayan padecido,
sin darse cuenta muchas veces, en el proceso de formación”. (2009:27)
Dentro de una nueva visión de cultura profesional podemos inferir que ésta propicia la
necesidad de tomar en cuenta, además de las condiciones nacionales, los avances tecnológicos,
las políticas internacionales, los mercados de trabajo tanto interno como externo, las necesidades
del sector productivos y los requerimientos exigidos por cada sociedad, en lo particular. Estos
cambios provocan que aquellos que estudian una carrera profesional, tengan la necesidad de
actualizar el contenido de sus conocimientos teóricos y conceptuales, a fin de encontrar
explicaciones a los cambios que se suceden en torno del mundo profesional y las exigencias de
éste.
Es necesario puntualizar que son diversos los factores que determinan la valoración de
una profesión, dependiendo de la utilidad que ésta representa en un determinado momento del
desarrollo de la sociedad, cultura o grupo, considerando además la importancia de los servicios
que prestan los profesionales a la sociedad, las necesidades que satisfacen y el grado en que lo
logran. Asimismo, es importante considerar que las actividades profesionales resiginifican la
realidad social porque la transforman, le atribuyen nuevos significados, definen sus dinámicas e
227