Revista Vida Natural Nro 208 - Agosto 2019 | Page 6
MONTESSORI vs WALDORF.
• Proponen que el entorno escolar esté hecho
para las dimensiones de los estudiantes, a su
medida.
• Se da importancia a la vida doméstica, intentan-
do reproducirla en el colegio.
Analicemos las diferencias.
Dos métodos frente a frente
¿Has oído hablar de estos dos métodos pedagógi-
cos y no sabes cuáles son las diferencias y por
qué uno u otro?
Maria Montessori y Rudolf Steiner fueron dos per-
sonajes que han dejado una importante huella en
el campo de la pedagogía. Sus métodos, consid-
erados “alternativos”, a menudo son comparados
y la gente se pregunta cuál es mejor, cuál es el
que más le conviene a su familia.
Maria Montessori (1870-1952) fue médico
y educadora. Se le asignó la tarea de educar a
niños considerados “deficientes” y, gracias a su
enorme capacidad de observación y de escucha,
elaboró el métodos educativo al que dio nombre,
basado, principalmente, en acompañar al niño en
su aprendizaje.
Rudolf Steiner (1861-1925) fue filósofo y peda-
gogo. El propietario de la fábrica Waldorf-Astoria
le encargó dirigir una escuela para los hijos de
los operarios. De ahí el origen del nombre de la
pedagogía que desarrolló.
Así que, prácticamente, fueron contemporáneos…
Veamos los puntos en común entre sus métodos:
• Ante todo buscan el respeto a los niños. Consid-
eran que tienen un enorme potencial y que son la
base de un futuro mejor.
• Para respetar al niño, éste debe gozar de una
gran libertad.
• Las actividades artísticas tienen un peso impor-
tante en sus escuelas.
• Critican las calificaciones, las ven como algo in-
útil y dañino para el desarrollo del niño.
Montessori acerca las letras y los números a los
tres años. En torno a los cuatro o cinco, se apren-
de a leer y escribir. La propia motivación es el
desencadenante de este aprendizaje. El profesor
es más una guía, el que proporciona el material
al niño de acuerdo con sus intereses. El materi-
al diseñado por ella tiene como finalidad que se
adquiera una habilidad, se practique y se pase a
otra actividad con completa autonomía. Además,
permiten autocorregirse, no siendo necesario
para ello las calificaciones. Eso sí, cada materi-
al tiene una finalidad determinada, definida. El
alumno decide qué actividad realiza en cada mo-
mento, no se le impone. Tienen libertad para le-
vantarse cuando así lo deseen y pueden desplazar
los muebles. Pretende que el niño
aprenda, que sea libre, pero, a la
vez, que mantenga los pies en la
tierra. Por ello no se les impulsa
a usar la imaginación de manera
que se confunda con la realidad,
sino que claramente se separan.
Waldorf tiene una concepción
más global del ser humano, por
lo que el aprendizaje es secundar-
io frente a la formación global, a
alimentar el espíritu. Por este mo-
tivo a veces hay una cierta suspi-
cacia hacia estas escuelas, como
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