Revista Verde & Segura Manufactura Edición 4. Junio 2018 | Page 8
Fuentes y vías de exposición
Las personas pueden verse expuestas al plomo en su puesto de
trabajo o en su entorno, principalmente a través de:
• la inhalación de partículas de plomo generadas por la combustión
de materiales que contienen este metal (por ejemplo, durante activ-
idades de fundición, reciclaje en condiciones no seguras o decapa-
do de pintura con plomo, o al utilizar gasolina con plomo);
• la ingestión de polvo, agua o alimentos contaminados (por ejem-
plo, agua canalizada a través de tuberías de plomo o alimentos
envasados en recipientes con esmalte de plomo o soldados con
este metal).
Otra posible fuente de exposición al plomo es el uso de determina-
dos productos cosméticos y medicamentos tradicionales.
Los niños de corta edad son particularmente vulnerables porque,
según la fuente de contaminación de que se trate, llegan a absorb-
er una cantidad de plomo entre 4 y 5 veces mayor que los adultos.
Por si esto fuera poco, su curiosidad innata y la costumbre, propia
de su edad, de llevarse cosas a la boca, los hace más propensos
a chupar y tragar objetos que contienen plomo o que están recubi-
ertos de este metal (por ejemplo, tierra o polvo contaminados o es-
camas de pintura con plomo). Esta vía de exposición es aún mayor
en los niños con pica (ansia persistente y compulsiva de ingerir
sustancias no comestibles), que pueden arrancar, y luego tragar,
por ejemplo, escamas de pintura de las paredes, los marcos de las
puertas o los muebles. En el Senegal y Nigeria, la exposición a tier-
ra y polvo contaminados por plomo debido al reciclaje de baterías
y a actividades mineras ha provocado intoxicaciones masivas por
plomo en niños de corta edad, que se han cobrado ya numerosas
vidas.
Una vez dentro del cuerpo, el plomo se distribuye hasta alcanzar
el cerebro, el hígado, los riñones y los huesos, y se deposita en
dientes y huesos, donde se va acumulando con el paso del tiem-
po. El plomo almacenado en los huesos puede volver a circular
por la sangre durante el embarazo, con el consiguiente riesgo para
el feto. Los niños con desnutrición son más vulnerables al plomo
porque sus organismos tienden a absorber mayores cantidades de
este metal en caso de carencia de otros nutrientes, como el calcio.
Los grupos expuestos a mayor riesgo son los niños de corta edad
(incluidos los fetos en desarrollo) y de bajos recursos.
Efectos de la intoxicación por plomo en la salud
de los niños
El plomo tiene graves consecuencias en la salud de los niños. Si el
grado de exposición es elevado, ataca al cerebro y al sistema nerv-
ioso central, pudiendo provocar coma, convulsiones e incluso la
muerte. Los niños que sobreviven a una intoxicación grave pueden
padecer diversas secuelas, como retraso mental o trastornos del
comportamiento.
Se ha comprobado además que, en niveles de exposición más
débiles sin síntomas evidentes, antes considerados exentos de
riesgo, el plomo puede provocar alteraciones muy diversas en vari-
os sistemas del organismo humano. En los niños puede afectar, en
particular, al desarrollo del cerebro, lo que a su vez entraña una re-
ducción del cociente intelectual, cambios de comportamiento –por
ejemplo, disminución de la capacidad de concentración y aumento
de las conductas antisociales– y un menor rendimiento escolar.
La exposición al plomo también puede causar anemia, hiperten-
sión, disfunción renal, inmunotoxicidad y toxicidad reproductiva. Se
cree que los efectos neurológicos y conductuales asociados al plo-
mo son irreversibles.
No existe un nivel de concentración de plomo en sangre que pueda
considerase exento de riesgo. Sí se ha confirmado, en cambio,
que cuanto mayor es el nivel de exposición a este metal, más au-
mentan la diversidad y la gravedad de los síntomas y efectos a él
asociados. Incluso las concentraciones en sangre que no superan
los 5 µg/dl –nivel hasta hace poco considerado seguro– pueden
asociarse a una disminución de la inteligencia del niño, así como a
problemas de comportamiento y dificultades de aprendizaje.
Un hecho alentador es que la supresión paulatina de la gasolina
con plomo en la mayoría de los países ha contribuido a reducir
considerablemente su concentración sanguínea en la población.
Hoy por hoy, su utilización solo sigue estando permitida en tres
países. 1
Carga de morbilidad debida a la exposición al plomo
El Instituto de Sanimetría y Evaluación Sanitaria ha estimado
que, según datos de 2015, la exposición al plomo causó
494 550 muertes y la pérdida de 9,3 millones de
años de vida ajustados en función de la dis-
capacidad (AVAD) debido a sus efectos
a largo plazo en la salud. La mayor
carga corresponde a los países de
ingresos bajos y medianos. El In-
stituto estimó asimismo que la ex-
posición al plomo fue responsable
del 12,4% de la carga mundial de
discapacidad del desarrollo intelec-
tual idiopático, del 2,5% de la carga
mundial de cardiopatía isquémica,
y del 2,4% de la carga mundial de
accidentes cerebrovasculares. 2
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