MANO DE OBRA Y MEDIDAS
DEL GOBIERNO COSTO DEL ESTADO
Y SEQUÍA
En su análisis Urraburu señaló que está muy
bien que el salario real crezca, pero si crece du-
rante 12 o 13 años consecutivamente pegará
en el empleo, que es lo que pasa ahora. Uru-
guay crece pero no está generando puestos de
trabajo, afirmó. El Presidente de la Bolsa de Valores de Mon-
tevideo insistió en que hay que encar ar una
reducción del costo del Estado. Reclamó un es-
tudio pormenorizado, unidad por unidad, para
ver de qué manera se puede reducir el gasto.
“Estos temas no se arreglan con una devalua-
ción, ni con el tipo de cambio, ni con medidas
tibias”, consideró.
“Si uno compara lo que creció el salario de una
persona y su productividad, no tiene nada que
ver una cosa con la otra. Hoy la variable de ajus-
te es la inversión y el capital humano, porque el
productor no fija precio de venta ni el nivel de
los costos”, sostuvo.
Explicó que sumando el costo de la mano de
obra y el de la energía, se observa que cuanto
más intensiva es una empresa, peor está. “Me
parece muy bien que la gente tenga buenos in-
gresos, pero el reparto debe ser genuino, que
se produzca riqueza para luego repartirla”, dijo.
Urraburu, expresó que en este momento es ne-
cesario no solo aplicar criterios políticos, sino
también empresariales.
Consideró que la prioridad del gobierno de
atender a los pequeños productores no tiene
impacto en la economía, porque no generan
empleo; y subrayó que la mayoría de los secto-
res tienen una rentabilidad muy cercana a cero
y en algunos casos negativa.
Urraburu no cree que la solución de fondo la
pueda brindar este gobierno. “Se deberían to-
mar en el próximo periodo, con una visión de
más largo plazo y atacando los costos del Es-
tado”, dijo.
Rodrigo Fernández comentó que la sequía pegó
fuerte. Estimó que en la cría habrá 300.000 ter-
neros menos, que directamente significan US$
100 millones menos para el país.
Héctor Mario Eugui, productor agrícola-gana-
dero de la zona de Corralito, Soriano, comentó
que el panorama es complicado, porque cada
día que pasa los cultivos están peores (ver pá-
gina 58).
Calculó que en algunas chacras, la pérdida de
rendimiento estarán por encima del 50%, res-
pecto a la media de los últimos años -no fren-
te la zafra pasada que fue excepcional-. Eugui
comentó que si estos fenómenos climáticos
“
“La seca es un golpe duro y
recién se están empezando a
ver las consecuencias”
ocurren cuando hay bonanza es un obstáculo
que se supera más rápido, pero en las actuales
circunstancias complican más la situación.
Fernando Villamil, Director de Agrosud, evaluó
que en soja la situación es muy heterogénea,
por lo disímiles que fueron las lluvias, y por lo
tanto estimar un rendimiento promedio es muy
difícil. “Siendo optimistas podríamos estable-
cer un rango de rendimiento entre los 2.000
y 2.400 kilos por hectárea, aunque aún falta”,
planteó.
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